Hoy y mañana voy a escribir poco y me voy a dedicar a copiar mucho (que no se enteren mis alumnos).
La situación de la República Argentina, la situación económica y social de gran parte de los argentinos es penosa, lo cual no es ningún secreto. No hace mucho, en prácticamente todos los medios apareció la historia de un hombre que estuvo andando 10 horas por cañadas y caminos de montaña con su hija enferma a cuestas a fin de que fuese atendida en un centro de salud, un centro cuyo equipamiento era patético; la niña no estaba afectada por ningún virus extraterrestre, simplemente (?) teníÑ‚Âa desnutrición. A partir de este hecho nos enteramos que el 15% de la infancia argentina está desnutrida.
También es conocida (esto desde hace más tiempo), la historia de que el díÑ‚Âa anterior a que Argentina declarase la suspensión de pagos de su deuda, 150 camiones de gran tonelaje cruzaron la frontera con Brasil cargados hasta los topes de billetes nominados en dólares USA e, independientemente de que este chisme sea cierto, o no, lo importante es que nadie ha puesto en duda el hecho de que en Argentina hayan podido ser acumuladas por ?alguienes' 3.750 Tm de dólares USA. Bien, entre una historia y otra, ¿qué sucede con Argentina?.
La crisis argentina -la última- comenzó en 1998. Era un tiempo en el que corríÑ‚Âan los dólares y se arrastraba la miseria; en el que sabíÑ‚Âas que una chica se iríÑ‚Âa contigo si la invitabas a cenar al Hilton de Buenos Aires; una época en la que un contable, alguien en principio, tan poco dado a ensoñaciones extrañas, podíÑ‚Âa decir cosas como la siguiente: "Nunca se han visto tantos pibes abandonados, descalzos, harapientos, pidiendo limosnas; tantas personas durmiendo en los umbrales; tantos padres con sus hijos revisando los tachos de la basura al final del díÑ‚Âa. Yo que me eduqué, como todos, en la ilusión del paíÑ‚Âs que era un crisol de razas, como nos decíÑ‚Âan en la escuela, asisto impotente al desastre". (El PaíÑ‚Âs 05.11.2001). Pero esto constata una situación, no responde la pregunta planteada.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.