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La Bolsa aborrece los festivos

Sabado, 03 de Diciembre de 2005 Redacción

El calendario de sesiones laborables fijado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) para el próximo ejercicio ha caíт­do, por segundo año consecutivo, como un mazazo entre los observadores. Los responsables del mercado han acordando considerar inhábiles, a efectos del funcionamiento de los mencionados mercados, apenas seis díт­as a lo largo del próximo año.  

Durante todo 2006, los únicos festivos en la Bolsa serán el Díт­a de Reyes, el puente de semana santa -14 y 17 de abril-, el Díт­a de los Trabajadores - el primero de mayo- y Navidad -25 y 26 de diciembre-.

 

 

Una escasez de festivos que contrasta con el resto de las principales bolsas internacionales. Los mercados estadounidenses, usualmente el que menos festivos suele tener, contará en 2006 con nueve festivos, incluido el 2 de enero debido a que el díт­a 1 de enero de 2005 cae en domingo. Incluso Japón, ejemplo del trabajo por excelencia, tendrá casi el triple de festivos que las bolsas españolas.

 

Dejando a un lado las comparaciones, que siempre son odiosas, lo que preocupa a un buen número de inversores es los problemas que se generan cuando las bolsas abren en díт­as de fiesta nacional. Las entidades financieras cierran sus puertas, como marca el calendario laboral, con la consecuente incapacidad de operar para los inversores que trabajan a través de bancos y cajas. Esta situación puede suponer incluso enormes perjuicios para un buen número de inversores ante la imposibilidad de aprovechar las oportunidades que surjan o de vender en caso de un posible desplome. Muchos bolsistas se quejan de que esta circunstancia puede ser asumida en uno o dos ocasiones al año como mucho, pero con este nuevo calendario los inversores se enfrentan a esta situación seis o siete díт­as al año. Un riesgo excesivo.

 

En el mercado no se entiende tampoco cuál es la necesidad de abrir prácticamente todo el año, pues los volúmenes de negocio se reducen de forma abrupta durante esas fiestas nacionales que el mercado va a ignorar. Eso sin contar que las empresas apenas ofrecen información en estos díт­as y los gastos adicionales para las casas de valores. En fin, un calendario que apenas contenta a nadie.

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