Conocerán aquel dicho que dice que "Las palabras se las lleva el viento", ¿síÑ‚Â?; pues dúdenlo, ya que las palabras, según quien las diga y cuando sean dichas, pueden permanecer.
En 1969 yo estaba en segundo curso de "Económicas"; era una época
difíÑ‚Âcil en muchos aspectos, en muchos. Un díÑ‚Âa, al llegar a clase, en una de sus
paredes, alguien habíÑ‚Âa colgado una pancarta -entonces se llamaba asíÑ‚Â a los
carteles políÑ‚Âticos- de papel de color crudo -entonces se decíÑ‚Âa asíÑ‚Â- en la que,
en letras negras ?de palo', podíÑ‚Âa leerse:
"El régimen opus-falangista no es más que la expresión de dominio de la
oligarquíÑ‚Âa terrateniente y financiera sobre el proletariado y demás clases
populares".
Ignoro quien
fue su autor y no puedo imaginar dónde se encontrará ahora, pero, en su
momento, me impactó tanto que la frase se quedó grabada en mi cerebro, hasta
hoy.
Repasando
viejos papeles he encontrado otra frase y ésta síÑ‚Â tiene autor. Fue dicha por
Felipe González, y la pronunció en Orihuela, en 1979. Lean:
"No podemos jugar con este pueblo, ¡a ver si se enteran!. Hay
socialistas que quieren hacer pasar a la sociedad por un tubo, por el tubo que
ellos colocan. ¡Y no!. A la sociedad hay que interpretarla, saber qué es lo que
quiere, dónde están sus necesidades. Y es intolerable que un compañero me diga
que el problema del paro no es tan importante como el del marxismo. ¡Es
intolerable!. ¡Es una chorrada!".
La autora de la
columna donde aparecíÑ‚Âan estas palabras es Pilar Urbano, y fue publicada en la
sección de Opinión de El Mundo del 26 de Enero de 1994.
Las palabras,
puede que se las lleve el viento la mayoríÑ‚Âa de las veces, pero no siempre, no
siempre.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.