Vuelven las buenas vibraciones a Estados Unidos, algo asíÑ‚Â como el mejor de los mundos posibles. Lo penúltimo es que la economíÑ‚Âa crece sin tensiones inflacionistas ¿Quién da más?
Los ingresos personales han crecido un 0.3 % en
noviembre, los gastos un 0.3 %. El deflactor implíÑ‚Âcito bajó un 0.4 %,
aunque subió un 0.1 % en la subyacente. La tasa de ahorro implíÑ‚Âcita en
estos datos bajó un 0.2 %, un descenso similar al registrado en
octubre. ¿Buenos datos? si los consideramos en términos de las
expectativas, se
puede decir que son datos que se acomodan a lo
esperado. Si lo observamos en términos de lectura económica, sigue
siendo reconfortable cómo la inflación no ofrece indicios de mayor
tensión. De hecho, si la inflaciíт²n general ha bajado hasta niveles de
2.7 % frente al 3.4 % anterior, la tasa de subyacente retrocede hasta
un 1.8 % frente al 1.9 % previo. Sólo debemos recordar como en
septiembre de este año, esta tasa de crecimiento era del 2.0 %. Y es un
indicador especialmente valorado por la Fed.
Pero
hay más: también hemos conocido un aumento del 0.5 % en el íÑ‚Ândice de
actividad económica en octubre (segunda subida consecutiva, un fuerte
aumento desde el 0.9 % anterior). Y un aumento que se corresponde con
la mayoríÑ‚Âa de los íÑ‚Ândices que lo componen. También hemos
conocido cómo las peticiones semanales de subsidio de desempleo
han bajado en 18 m. personas, hasta niveles de 318 m. Son los niveles
más bajos de los últimos meses, para muchos sinónimo de un buen
comportamiento del mercado de trabajo en diciembre (¿otros 250 m.
empleos?.
José Luis MartíÑ‚Ânez Campuzano
Estratega de Citigroup en España