Ha llegado el díÑ‚Âa esperado por muchos, el de poder
desprenderse de las acciones procedentes de los convertibles emitidos
por la compañíÑ‚Âa de comida rápida. El papel potencial es mucho, aunque
está concentrado en su mayor parte en el equipo gestor.
En cualquier
caso hay que estar atentos a ver si es diluvio o simple tormenta de
papel ¿Y después, qué pasará?. Las nuevas 41.438.522 acciones ordinarias de Telepizza procedentes
de la última ampliación de capital comenzarán a cotizar hoy, según el
comunicado efectuado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
"Desde
que se supo de la convocatoria de una asamblea de obligacionistas, los rumores respecto a lo
que pueda hacer el mayor accionista y presidente de la compañíÑ‚Âa, Pedro
Ballvé,
han sido incesantes. Unos dicen que podríÑ‚Âa salir de la misma y
quedarse con su paquete de acciones en CampofríÑ‚Âo, o viceversa. Han sido
constantes los rumores y supuestos respecto a la estrategia personal
de este empresario", dice un operador de la Bolsa de Madrid.
"A mediados de octubre pasado, Telepizza incluyó un nuevo
periodo de canje o conversión de sus tíÑ‚Âtulos de deuda en acciones,
comprendido entre el primero y el último díÑ‚Âa hábiles del mes de diciembre
de 2005. Al nuevo periodo se aplicarán las mismas condiciones que a
los otros tres ya existentes, en febrero de 2007, 2008 y 2009", continúa.
"Esta conversión anticipada arroja datos de interés.
Primero, la celeridad en hacerlo justo ahora que los tipos suben
y la renta que da las obligaciones a sus tenedores es muy baja, con lo
que la financiación barata la teníÑ‚Âa asegurada. Segundo, que
Pedro Ballvé,
que posee el 82% de estos tíÑ‚Âtulos a 1,37 euros, se hará con el 20% de
la sociedad si convierte sus obligaciones
en acciones (actualmente,
tiene una participación del 8,66%), con lo que mejora su margen de
maniobra para negociar con terceros. A la participación de Pedro Ballvé
hay que unir, además, las participaciones de sus colaboradores y socios
en la empresa, los
hermanos Olcese, y la de los familiares", concluye