Lunes, 03 de Abril de 2006
Moisés Romero
{mosimage}A Alan Greenspan le cayeron chuzos de punta cuando
dos años antes del estallido de la burbuja de los valores tecnológicos,
en la llorada primavera de 2000, lanzó al mercado su particular
proclama respecto a la exuberancia irracional de los mercados. El
pánico vendedor duró poco y los mercados volvieron a la carga en 1999,
lo que aprovechó el ya expresidente de la Reserva Federal de
Estados Unidos para hacer lo propio, para volver a recordar que los
mercados manteníÑ‚Âan la orgíÑ‚Âa sin distingos. Ahora que los resultados del
año pasado ya han sido convenientemente analizados y las expectativas
para el actual se esperan con ansiedad, los más fríÑ‚Âos se
preguntan: ¿sigue la exuberancia en los mercados?
La respuesta es
afirmativa, principalmente en lo que respecta a las valoraciones de
Wall Street y a determinadas Bolsas europeas, como la española. El PER, como método de valoración de las acciones,
vuelve a estar de moda en los mejores cíÑ‚Ârculos del mercado, porque una
aproximación correcta a los promedios históricos puede evitar serios
problemas a la hora de asumir riesgos. Lo correcto es proyectar
multiplicadores futuros, es decir, valorar bien el PER previsto por
cuanto el PER sobre el año anterior sólo es una referencia temporal.
Esta es la discusión de moda entre los analistas más famosos de la Bolsa. Sucede que en las valoraciones de futuro, las renovadas advertencias sobre resultados impiden calcular con exactitud los promedios.
Sucede, también, que numerosas empresas que ahora advierten resultados
peores luego logran enderezar el rumbo y mejorar los balances, con lo
que la metodologíÑ‚Âa empleada queda en papel mojado. En cualquier caso,
los gestores siempre valoran más el PER que viene, que el PER pasado.
¿Cuáles son las referencias actuales? La mayor parte de los expertos
considera que el PER actual del SP 500 está en el entorno de las 17
veces frente a media histórica alrededor de las 15 veces, o incluso
más baja. Hay estudiosos que consideran que el cálculo de esas 17 veces
se está haciendo con métodos de valoración anticuados, en los que pesan
más los beneficios pasados que los beneficios previstos. Los puristas
insisten, también, en que los cálculos efectuados con las nuevas normas
NIIC llevan los multiplicadores a las proximidades de las 30 veces. O sea, que la exuberancia sigue presente en Wall Street.
¿Europa? Los promedios históricos comúnmente aceptados se sitúan en las
14 veces. La mayor parte de los mercados supera estos múltiplos con
beneficios proyectados para este año. Las Bolsas mejor paradas, no obstante, son la alemana y francesa en detrimento de la española, suiza e italiana.
¿Japón? Nunca los analistas se desenvolvieron bien con la
contabilidad nipona. Lo normal y lógico es que tras la explosión
alcista de este mercado durante 2005 los precios ya estén muy
ajustados. O, como dicen los mejores analistas, correctamente valorados.
¿Emergentes? Imposible calcular multiplicadores ciertos por el
importante riesgo añadido que introduce la enorme volatilidad de las
monedas locales.
En cualquier caso, se abre la veda de presentación de resultados trimestrales, que son los que deben afirmar o negar los supuestos anteriores.
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