Lunes, 06 de Marzo de 2006
Santiago Niño Becerra
De entre los artíÑ‚Âculos que se publican en los
diferentes medios, algunos, son buenos; unos pocos, muy buenos; y
poquíÑ‚Âsimos, requetebuenos; entre estos últimos, hay que referirse a uno
publicado en El PaíÑ‚Âs del 07.01.2006 de tíÑ‚Âtulo "Hablemos del déficit
exterior" y cuyo autor es el profesor José Antonio Alonso. Si no lo han
leíÑ‚Âdo, léanlo. (He tardado en comentarlo para que tenga más actualidad;
y no es un contrasentido).
¿Qué dice el artíÑ‚Âculo?. Se lo resumo:
- El
Reino de España, para crecer, depende del exterior, pero 'mal': hasta
ahora, cuando el reino ha aumentado su PIB, su saldo exterior se ha
deteriorado.
-
Lo
que España produce, o bien cada vez es menos interesante en el
exterior, o los precios a que España ofrece en el exterior lo que
produce son cada vez menos interesantes; el reflejo de esto se halla en
la continuada pérdida de cuota de las exportaciones españolas.
Crecientemente,
el reino está importando para ?gastar', no para ?invertir', es decir,
las importaciones del reino se están convirtiendo en finales, no en
intermedias.
-
Si
el reino incrementa su presión fiscal, empeorará sus posibilidades
exportadoras, en esa líÑ‚Ânea, el reino deberíÑ‚Âa reducirla; pero, de
hacerlo, los ingresos fiscales se resentiríÑ‚Âan, lo que aumentaríÑ‚Âa la
brecha entre el gasto público per cápita español en numerosos rubros en
comparación con varios paíÑ‚Âses de la UE.
-
Uno
de los problemas de los que adolece la competitividad española es el
diferencial de inflación con la UE, y una víÑ‚Âa -la víÑ‚Âa- para reducir ese
gap pasa por incrementar la productividad, sin embargo, ¿soportaríÑ‚Âa la
sociedad española las consecuencias de un incremento de productividad?.
-
A
estas alturas del déficit exterior español -7,5% del PIB-, un hecho es
obvio: lo que España produce es caro en el exterior, por tanto, ante
España se abren dos opciones: 1) continuar produciendo lo mismo que
ahora produce pero a costes menores o, 2) producir otras cosas, al
menos, manteniendo los costes.
Uno de los
superméritos del artíÑ‚Âculo de profesor Alonso es que explica muy bien el
problemón de España: la inadecuada composición de la oferta española, y
la alternativa que el reino tiene: modificar esa composición, como
Finlandia e Irlanda hicieron. El problema estriba en que la población
española, no asciende a 5,5 millones de habitantes, como la finlandesa,
y en que España no ha descendido su impuesto sobre beneficios
empresariales en un 60%.
No es la primera vez que lo digo: mal asunto.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.
[Volver]