Lunes, 19 de Junio de 2006
Redacción
Juego limpio, sin roces ni malas maneras. Manda el
regulador y Bolsas y Mercados Españoles escribe el folleto sin faltas
de ortgrafía. Las fuentes dicen que la CNMV verificará previsiblemente a mediados de esta semana el
folleto de la Oferta Pública de Venta (OPV) de acciones del 'holding'
Bolsas y Mercados Españoles (BME) . Añaden que BME ha trabajado
hasta el último momento en el folleto para incluir todas las exigencias
de claridad, transparencia e información solicitadas desde el organismo
que preside Manuel Conthe, incluyendo todos los riesgos regulatorios a
los que se enfrenta y las hipótesis sobre el impacto que tendrá en sus
resultados el marco normativo europeo que entrará en vigor en noviembre
de 2007. Eso sí, BME ajusta a la baja su valoración, en torno a los 2.000 millones. El mercado manda.
El folleto incluirá todos los detalles de la OPV: el reparto
de acciones entre los tres tramos (institucional nacional,
internacional y minorista), y que puede ser reajustado posteriormente;
la horquilla de precios, y el calendario definitivo la salida a bolsa.
BME maneja como fecha provisional para su debut bursátil el próximo 12
de julio.
Una vez la CNMV dé el visto bueno al folleto, comenzará el
'road show' o gira de presentación de la OPV, que se prolongará por un
periodo de dos semanas y llevará a los gestores del grupo, encabezados
por su presidente, Antonio Zoido, a las principales plazas bursátiles
extranjeras. La gira arrancará en un acto en la Bolsa de Madrid.
Posteriormente, se fijará el precio máximo de los tramos institucional
y minorista, y días después se establecerá el precio definitivo al que
saldrán a bolsa los títulos de BME representativos del 33% de su
capital.
Como se sabe, la colocación de BME llega en un momento de gran convulsión en
el sector, con las plazas extranjeras muy activas en la configuración
de alianzas, incluso transfronterizas (NYSE y Euronext), de gran
frenesí en las salidas a bolsa (cinco consumadas y dos previstas,
incluida la de BME) y caracterizado por una gran volatilidad. Los
analistas creen que sobre el valor de BME, que en su opinión estará muy
ligado al Ibex, pesan dos grandes riesgos: el de una eventual caída en
el volumen de negociación en el mercado si se agota el ciclo de bonanza
bursátil, y la pérdida de aliciente que puede suponer el derecho de
veto que se ha reservado el Gobierno para evitar una OPA indeseada.
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