La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

CRECIMIENTO SIN MIRAR LA INFLACIÑ“N

Viernes, 04 de Marzo de 2005 Moisés Romero

{mosimage}Los analistas que guardan las formas, señalan en sus informes privados de estrategia que los últimos datos de crecimiento en Estados Unidos siguen mostrando las debilidades del pasado y recomiendan estar muy atentos hoy a la publicación de las cifras de empleo, por las diversas lecturas que de las mismas hacen siempre los mercados. El apunte coincide en el tiempo con las cifras del desempleo en Alemania conocidas esta semana, que ha alcanzado un nuevo máximo desde la Segunda Guerra Mundial, hasta 5,2 millones de (en cifras originales hay 380.000 nuevos parados) y las expectativas de un crecimiento débil en Europa, de apenas el 1,6%. Por eso, los mejores estrategas recomiendan a las autoridades, una vez más, sacrificar posibles tensiones inflacionistas en favor de un mayor crecimiento, para que la bicicleta no se pare.

Aunque los más sesudos especialistas en la materia han dicho en los últimos dí­as que las cifras de desempleo en Alemania no son tan malas como parece, como es el caso de la cifra ajustada por los cambios metodológicos aprobados por el Gobierno en 2004 (en concreto, en febrero habrí­a un aumento de entre 10.000 y 15.000 desempleados) la realidad ambiental es muy diferente. La Bolsa, como la economí­a, cotiza expectativas y dentro de éstas el estado de ánimo, la disposición psicológica es clave. Apuntes como éste empeoran las cosas.

Por eso, los estrategas quieren seguir avanzando en la mejora del estado de ánimo de los participantes en el mercado y piden a las autoridades correspondientes que se olviden de la inflación, como lo caba de hacer Greenspan, máxime cuando las últimas cifras oficiales no presagian desgracias en este epí­grafe, aunque otra cosa bien diferente sea el impacto de la inflación en el bolsillo del consumidor. El peligro inflacionista está en la liquidez excesiva. Así­ lo apuntó hace unos dí­as Wellink. El BCE está preocupado por los riesgos que puede originar a medio y largo plazo sobre la inflación la fuerte acumulación de liquidez en los últimos dos años. Las autoridades europeas significan, no obstante, que pese a ello hay margen de maniobra para mantener los tipos de interés en niveles históricamente bajos.

Al reconocer el grado de postración de los tipos de interés, el BCE asume que el escenario económico se presenta más incierto en estos momentos. La fuerte caí­da de la encuesta industrial de febrero publicada esta semana por Eurostat, hasta niveles de -7, más allá del -6 extrapolado de las encuestas de confianza publicadas en muchos paí­ses del área, entre ellos Alemania e Italia, alertan en esta dirección. El nivel alcanzado por la encuesta industrial, acompañado de un deterioro también en la construcción, ha llevado el í­ndice hasta el nivel más bajo desde hace un año. La Unión Europea recorta, de este modo, su expectativa de crecimiento para este año y la deja en el 1,6%.

La maquinaria europea no arranca con decisión y en Estados Unidos conviven luces y sombras. La cifra de empleo de hoy movilizará a gestores, inversores y analistas bursátiles, porque siempre se extrapola. El impacto de ésta en los resultados empresariales futuros será determinante. Hasta ahora, las Bolsas se apoyan, entre otros factores,  en los buenos resultados empresariales y en unos tipos de interés excepcionalmente bajos.

Los resultados se han  fraguado más en recortes de gastos que en volumen de ventas. Los tipos de interés, por su parte, caminan al alza. De nuevo se apela al consumo para mantener el crecimiento, aunque sea a costa de una mayor inflación. Para ello la gente debe estar ocupada, tener ingresos para gastar.

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