Tipos de interés bajos desde una perspectiva histórica y el reconocimiento de una política actual acomodaticia, hacen el resto: el ajuste será gradual. La inflación probablemente estará por encima del 2.0 % en 2006 y 2007, nos advierte el BCE. Pero, ¿es preocupante? hace unos meses el ex Economista del BCE hubiera considerado que es así. Ahora se alude al potencial riesgo de que afecte a las expectativas de inflación.
La diferencia es evidente, especialmente cuando el propio BCE rechaza de forma persistente que las expectativas de inflación se hayan deteriorado de forma reciente. Por un lado, una nota en su Informe alude a los diferentes indicadores que reflejan estas expectativas de inflación. En todos los casos concluye que por el momento se han mantenido estables y en línea con el objetivo a medio plazo. En otra nota, alude al impacto en la inflación de la espiral de los precios del crudo y materias primas. Interesante este análisis, cuando hasta hace poco era obviado por los bancos centrales.
Simplemente se consideraba como un resultado de una fuerte demanda, pero que podía ser asimilado sin grandes problemas por:
1. crecimiento y comercio mundial
2. competencia
3. productividad entre los países motores de crecimiento.
Hasta ahora: el BCE es el primero que comienza a indagar sobre las consecuencias de que se mantenga la espiral inflacionista de activos financieros. Y entre poco a poco en el debate sobre si los bancos centrales deben obviar los activos financieros. O el siempre actual debate sobre si la política monetaria es apropiada o no para corregir riesgos de burbujas de activos.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citigroup en España
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