Nadie las quiere, muy pocos prestan atención a un sector, el de telecomunicaciones, adormecido y en tierra de nadie desde hace tiempo. Siempre, no obstante, hay alguien que enciende la mecha y de repente todo el mundo se despierta, sale del letargo al grito de ¡fuego! La voz de alarma quería darla, pero en positivo, Nokia, con unos resultados por encima de lo esperado en líneas generales, pero por debajo de lo esperado en términos de beneficio. El líder mundial de telefonía móvil aumentó su beneficio neto en el segundo trimestre del año un 43% respecto al mismo periodo de 2005, hasta los 1.140 millones de euros. Las ventas de Nokia en este período se situaron en los 9.813 millones de euros, lo que supone un incremento del 22%. La Bolsa, no obstante, la castiga.

Los beneficios por acción crecieron un 56% y alcanzaron los 0,28 céntimos de euro, muy por encima de las previsiones de 0,24 euros. El beneficio antes de impuestos subió de 1.108 a 1.565 millones, aunque no alcanzó las expectativas de los analistas, que apostaban por 1.666 millones. Nokia pierde un 1,67% a 15,30 euros para ocupar el farolillo rojo del selectivo Eurostoxx 50.