“...C.L. el gestor que me ha asignado esta sociedad considera que estamos ante el peor de los ciclos y que, además, hay Depresión para rato ¿20 años? Sí, creo que le he escuchado eso, otros 20 años más de depresión. A partir de ese momento no sé cuánto tiempo ha seguido hablando. Me ha trastornado de tal manera que me he inhibido, ha sido como una especie de ausencia total, algo así como una levitación de gran intensidad. Recuerdo que le he estrechado la mano en un gesto mecánico y nos hemos despedido…”
“...En la calle he reparado en que la oficina no tenía la calefacción adecuada. He sentido los pies fríos. No me gusta tener los pies fríos, porque generalmente derivan en un gran catarro. He decidido caminar para entrar en calor. Un gestor de 30 años y deprimido. Un jovenzuelo animando a los clientes a tirarse por la borda, a abandonar el barco cuanto antes. Un gestor que no ha conocido Crisis alguna y por eso lleva esta Gran Crisis, que lo es, a la máxima expresión. Pero de ahí a que esto dure 20 años y que para muchos, como para mí, suponga, en efecto, el Fin del Mundo, es aventurar demasiado…”
“...Viví el hundimiento de la Bolsa en octubre de 1987. Muchos especuladores e inversores españoles desconocían que existía Wall Street. Eso sí que fue una trampa para cazar elefantes, porque la operativa de entonces no permitía caer un valor más del 10% en un día. Además, la jornada bursátil comenzaba a las 9 y a la 1 del mediodía prácticamente había terminado. Conocí a un asiduo del salón de operaciones que se ahorcó en una encina de la Casa de Campo y a otros muchos que han pasado muchos años en hospitales psiquiátricos. Fueron días y días sin poder vender una sola acción, sin capacidad de maniobra y, lo que es peor, sin saber qué es lo que se había liquidado realmente en tu cuenta. Los dos años siguientes fueron grandes años de Bolsa, pero antes hubo suicidios…”
“...He visto cómo mis cuentas de Bolsa, que en algunas ocasiones han sido todas mis cuentas, casi han desaparecido en Crisis como la del Sistema Monetario Europeo. También, la Gran Crisis Asiática y la de los Países Emergentes. La Crisis del Rublo me dejó tiritando. La Crisis de los Valores Tecnológicos pasó de largo, porque nunca confié en Terra. Y esta Gran Crisis, la actual, apenas me ha afectado, porque, todo hay que decirlo, ya soy mayor para andar jugando por los casinos y las Bolsas…”
“...Estimado director. No es el Fin del Mundo y si lo fuera ¿qué más da morir con trillones de dólares en la cartera que arropado con cartones en el portal de un banco o de una caja de ahorros? Si es el Fin del Mundo da lo mismo blanco que negro. La guadaña nos cortará a todos la cabeza ¿no? Las Grandes Caídas, las Grandes Crisis siempre han sido Grandes Oportunidades de Compra. Es clave no equivocarse en la elección. Es fundamental comenzar a parir ideas. He decidido, en fin, retirar todo mi dinero de esa gestora…”
Un cordial Saludo de
Mariano de Miguel, especulador en Bolsa desde que tenía 20 años.