25 - Pienso que parte de los balances a limpiar si podrán ser limpiados, máxime porque los activos van a ser valorados a precio de caviar Beluga, y máxime si se acaba eliminando la regla del “mark-to-market” y las compañíÑ‚Âas no tienen que -deben- ajustar el precio de los papeles que figuran en sus cuentas al precio de mercado de esos papeles. (En la UE también, claro). Mi pregunta: vale, OK, entonces, ¿cuál será el valor REAL de los activos?.
26 - El valor de las cosas (“The Color of Money”, Martin Scorsese, 1986; y sale Paul Newman). AhíÑ‚Â está situado el núcleo del tema: ¿cuánto vale el instrumento en el que están leyendo esto ahora?; ¿un millón de dólares?; si alguien lo acepta, ¿por qué no?, y, ¿quién aceptaríÑ‚Âa algo asíÑ‚Â?, pues alguien que espera que otro alguien le acepte mañana que vale 1,5 millones. (FíÑ‚Âjense que digo “aceptar”, no “pagar”: aquíÑ‚Â nadie paga nada: contabiliza y, cada vez a un valor menos real, al igual que sucede con las palabras, los números también lo soportan todo).
27 - Nos hemos metido en un berenjenal (¿nos han metido?): tocaba: que nadie se lamente. Y unas/os cuantas/os creen que podemos salir de él haciendo algo parecido a lo que a ese berenjenal nos ha conducido. No tiene mucha lógica, ¿no creen?, pero bueno, si se quiere creer eso !; si no queda otra víÑ‚Âa que creer eso: ¿hay un paso más allá de la nacionalización de la banca?.
28 - Y se continúa hablando del coste del Plan (ese plan siempre será el Plan), del importe que va a costar, y no: el coste deberíÑ‚Âa medirse en lo que se va a dejar de hacer para hacer lo que el Plan dice; ya lo dijimos: Samuelson: si fabricamos tantos cañones dejaremos de fabricar tanta mantequilla. “Puede importarse”, dirá alguien; ¿todavíÑ‚Âa?: ¿habrá pasta para pagarla?. (Pasta, capacidad de endeudamiento, crédito, saldo, ¿hay diferencia?).
29 - Pues lo siento: a mi me parece mal que para salvar a Dexia el Estado francés haya obligado al ya ex presidente de la entidad, M. Alex Miller, a renunciar a su indemnización. Vamos a ver, ¿no estaba el importe de esa indemnización escrito en su contrato?, ¿sufrió, en su díÑ‚Âa, algún tipo de impugnación legal ese contrato?, quienes concedieron a M. Miller en caso de cese ese importe indemnizatorio, ¿denunciaron por parte de alguien algún tipo de presión o coacción?, ¿no?, pues entonces, ¿por qué no quieren ahora pagarle esa indemnización?; ¿se lo digo?, pues porque hay que buscar a un culpable, y ese culpable, siempre acaba siendo el más débil y, además, al loro se le puede privar de su chocolate. Si al Estado francés le parece ahora abominable el importe de la indemnización de M. Miller, ¿por qué no se lo pareció antes?. Ah !! misterios misteriosos.
30 - Francia: ya es oficial: va a estar en recesión (al margen de definiciones, ¿no lo está ya?: las cosas llevan tiempo yendo a peor, ¿no?). Y la oposición y los sindicatos acusan al Gobierno de no haber sabido ver que veníÑ‚Âa la tormenta. Veamos (me voy a quedar afónico de decirlo), las cuentas públicas, los presupuestos del Estado, las políÑ‚Âticas gubernamentales, son sabidas y conocidas en una democracia, y la República Francesa lo es, entonces, ¿por qué hace tres años, o dos, cuando ya se veíÑ‚Âa que íÑ‚Âbamos -Francia también- a darnos una galleta antológica, esa oposición y esos sindicatos no dijeron nada?, ¿porque entonces “todo iba bien”?. ¿A cuánto cotizará el kilo de hipocresíÑ‚Âa en las próximas elecciones?; en Francia, aquíÑ‚Â, allá.
Mañana más
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.
[Volver]