Esta publicación concreta que estos niveles podrían estar entre el 6% y el 10% del balance.
El organismo público respalda esta normativa basándose en que mantener estos activos en el balance de las entidades le ayudará a mejorar su liquidez en caso de agudización de la crisis. En cualquier caso, esta medida todavía está pendiente de debate dentro del sector y de su aprobación, lo que podría dilatarse, al menos, hasta octubre de 2009.
Los analistas de Norbolsa dicen que “consideramos que esta obligación, en caso de aprobarse, permitiría al Gobierno británico colocar parte de la gran cantidad de bonos públicos que tendrá que emitir en los próximos meses para hacer frente a la profunda recesión a la que se enfrenta su economía. En cualquier caso, desde el punto de vista bancario, la obligación de dedicar fondos a la compra de deuda pública, restará recursos al sector para continuar con la concesión de financiación a la economía real.”
Añaden que “en concreto para Santander, esta medida podría suponer una inversión de entre 9.000 y 17.000 millones de libras (dependiendo del porcentaje establecido) ya que a finales de 2T08 el porcentaje de deuda pública en el balance de Abbey era sólo del 1,25% debido a la fuerte política comercial (captación de nuevas hipotecas, principalmente) llevada a cabo por la entidad”.