La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Cosas

Jueves, 19 de Julio de 2007 Santiago Niño Becerra

Sólo eso: cosas que se dicen.

A díт­a de la fecha todo el mundo tiene asumidíт­simo que el mercado inmobiliario se está desacelerando. En lo que se varíт­a es en el grado de tal desaceleración y en la duración de la misma. Hay quienes dicen -supongo que porque lo creen- que será suave y gradual, y que será breve. Yo pienso que no, que será muy profunda, y larga: varios años, bastantes. Pero hoy esto no es lo importante, lo importante es qué va a suceder con parte de la población que hoy se halla ocupada en la construcción y que mañana no va a estarlo.

Recientemente, el ministro de Economíт­a, el Sr. Pedro Solves, en una intervención en el Senado dijo que el sector servicios podríт­a absorber a la población hoy ocupada en la construcción cuando el subsector decline; además, continúa el ministro, cómo el aterrizaje de éste será suave y progresivo, y breve, la cantidad de factor trabajo desplazado será limitado. Dejando a un lado la segunda parte del razonamiento y centrándonos en la primera, en la capacidad de absorción del sector servicios, no comparto, en absoluto, la tesis del Sr. Solves.

Una caracteríт­stica fundamental del sector servicios es la de que el nivel de consumo de gran parte de lo que en él se genera es una función directa de la renta y de la capacidad de endeudamiento porque es consumido por unos usuarias/os finales. Y el consumo de la otra parte, de los servicios vinculados a la producción, lo es del estado general de la economíт­a.

El sector servicios con importancia económica, es decir, con peso en el PIB es muy moderno: nació en USA a finales del siglo XIX y, verdaderamente, también en USA durante las décadas de los años 10 y 20. Y nació porque, tíт­midamente, muy tíт­midamente, la renta media empezó a crecer, al igual que la capacidad de endeudamiento media. Después, a partir de la década de los 50, es cuando se produjo la eclosión de dicho sector.

El consumo de servicios se halla íт­ntimamente relacionado con la pasta que la gente tenga en el bolsillo. Cubiertas las necesidades primarias y las secundarias, la población piensa en los servicios, porque los servicios son eso: lo dice el mismo significado de la misma palabra: “Organización y personal destinados a cuidar intereses o satisfacer necesidades del público o de alguna entidad oficial o privada” (Diccionario de la RAE). Es decir, alguien, de alguna manera, paga a otro alguien para que cuide de sus intereses o le satisfaga unas necesidades; por ello el sector servicios genera Píх½B. Pero para que alguien haga eso ha de poder pagar, es decir, ha de tener un excedente de renta sobre las necesidades básicas o capacidad de endeudamiento para pagar por tales servicios.

Suponer que la población hoy ocupada en el subsector de la construcción va a ser absorbida por el sector servicios equivale a suponer que va a haber una mayor demanda de servicios, es decir, una mayor renta media y/o una más elevada capacidad de endeudamiento, asíт­ como una economíт­a en expansión que desde su vertiente productiva va a consumir más servicios.

¿Estamos seguros de que eso va a ser asíт­?. Yo, la verdad, no sólo no lo creo, sino que pienso que va a suceder justamente lo contrario, es decir, que va a decrecer la demanda de servicios. Entonces, volvemos al principio: ¿qué va pasar con la población que hoy ocupa el subsector de la construcción?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

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