“Los actuales desafíÑ‚Âos para el progreso y la prosperidad global son potencialmente graves y contienen muchos elementos novedosos”, dijo el subdirector del FMI. Por otra parte, Lipsky apuntó que la aceleración de la inflación refleja “en gran medida” el impacto del encarecimiento de la energíÑ‚Âa y de las materias primas. “Este acelerón de la inflación debe tomarse en serio, ya que da lugar a significativos desafíÑ‚Âos para la estabilidad económica que podríÑ‚Âan minar las proyecciones para restaurar la combinación de sólido crecimiento y baja inflación que prevalecieron a comienzos de esta década”, afirmó.
Asimismo, el subdirector gerente del FMI admitió que existe la posibilidad de que muchos de los recientes incrementos de precios sean duraderos, puesto que los factores subyacentes en el encarecimiento del petróleo y las materias primas tienen carácter fundamental e indicó que, de confirmarse las proyecciones de crecimiento del FMI, “habrá que acostumbrarse a pagar unos precios relativamente mayores por estos productos”.
Entre los factores causantes de la reciente escalada de precios de de las materias primas, Lipsky destacó el robusto crecimiento de la demanda vinculado al fuerte crecimiento de las economíÑ‚Âas emergentes, especialmente China, que son responsables del 95% del aumento de la demanda de petróleo desde 2003.
Asimismo, el subdirector del FMI reconoció que el suministro de crudo ha dado una respuesta “decepcionante” al aumento de los precios y demandó políÑ‚Âticas encaminadas a fomentar inversiones en el sector petrolero.
REVISIí“N DE LOS SUBSIDIOS A LOS BIOCOMBUSTIBLES.
Por otro lado, el economista advirtió de que las políÑ‚Âticas en favor de los biocombustibles en algunos paíÑ‚Âses desarrollados están afectando a los precios de algunos alimentos fundamentales como el maíÑ‚Âz y la soja. En este sentido, el FMI estima que el incremento de la demanda de biocombustibles es responsable de un 70% del encarecimiento del maíÑ‚Âz y de un 40% de la subida de precios de la soja, aunque reconoce que sin los biocombustibles, quizás el precio del petróleo hubiera sido más elevado.
Además, la institución internacional señala que las recientes restricciones a la exportación de algunos alimentos han provocado un efecto negativo en aquellos paíÑ‚Âses importadores, entre los que se incluyen algunos de los más pobres y vulnerables.
“En el caso del arroz, en el que el mercado exportador es pequeño y segmentado, las estimaciones preliminares sugieren que las restricciones de las exportaciones y el pánico comprador resultante explicaríÑ‚Âan un 50% del encarecimiento”, dijo Lipsky.
Por este motivo, el FMI recomendó que se dirijan esfuerzos a la reducción de las medidas proteccionistas y de los subsidios dedicados a estimular la producción de biocombustibles. Asimismo, demandó la puesta en práctica de políÑ‚Âticas agríÑ‚Âcolas que busquen mejorar las infraestructuras, la distribución y los sistemas de almacenaje.
LA DEBILIDAD DEL Dí“LAR Y LA POLÍTICA MONETARIA DE EUU.
Por otra parte, Lipsky destacó que “existen evidencias preliminares” de que el bajo nivel de tipos de interés tiene un “significativo impacto estadíÑ‚Âstico” sobre el precio de las materias primas más allá del incremento de la demanda.
Asimismo, el subdirector gerente del FMI indicó el efecto de los tipos de cambio sobre el precio de las materias primas, ya que “si el dólar hubiera permanecido a sus niveles de 2002 hasta finales de 2007, los precios del petróleo hubieran sido unos 25 dólares por barril más baratos y el resto de materias primas un 12% más baratas”.
Además, el relajamiento de la políÑ‚Âtica monetaria de EEUU ha tendido a generar una relajación de las condiciones monetarias en aquellos paíÑ‚Âses cuyas divisas están ligadas al dólar, lo que ha permitido la combinación de “exacerbadas presiones inflacionistas” por las subidas de materias primas y una políÑ‚Âtica monetaria “demasiado acomodaticia”.
De este modo, Lipsky recomendó una mayor atención por parte de EEUU a la evolución de la inflación y de las expectativas inflacionistas a medida que se recupera el crecimiento económico tras los significativos recortes de tipos adoptados en EEUU para combatir la desaceleración. Asimismo, advirtió que de producirse nuevos estíÑ‚Âmulos fiscales estos deberíÑ‚Âan centrarse en la estabilización de sectores clave, tales como el inmobiliario y el financiero.
Respecto a la eurozona, el FMI señaló que el agudo incremento de la inflación y el incremento de las preocupaciones sobre el deterioro de las expectativas de inflación afectan a la confianza y al gasto de los consumidores. “La previsión de inflación es apropiadamente un asunto central para la políÑ‚Âtica del BCE”, admitió Lipsky, quien, no obstante, añadió que podríÑ‚Âa producirse un cambio si las expectativas permanecieran bien ancladas y la desaceleración del crecimiento redujera las presiones inflacionistas.
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