Nadie habla en el sector de solvencia o insolvencia de ING. Sí, de la necesidad de hacer juego limpio ahora más que nunca, ahora que los bancos están en el punto de mira de unos y de otros, de todos.
Lo último sabido de este banco es que despedirá a 1.700 empleados más en Holanda, que se sumarán a los 1.000 despidos ya anunciados antes. ING ya presentó en enero un plan de reorganización de la entidad, que prevé la eliminación de 7.000 puestos de trabajo en todo el mundo (1.000 de ellos en Holanda).
La reducción de los otros 1.700 puestos se hará mediante la anulación de vacantes, no renovación de contratos temporales y no sustitución de los empleados que se jubilan.
ING recibió el pasado octubre una inyección de capital de 10.000 millones de euros por parte del Estado holandés.
Además, en enero anunció que recibirá un nuevo apoyo estatal, al avalar el Estado el 80% de las hipotecas problemáticas de ING en Estados Unidos (las llamadas hipotecas “Alt-A”)
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