“Los preferentes no tienen preferencia alguna en el orden de prioridades de los emisores respecto a los clientes, que, al parecer, están comprando con avidez esta clase de títulos. Los preferentes son deuda perpetua, sí la deuda perpetua que antes cotizaba en Bolsa y que, como todo el mundo sabe, apenas tenían liquidez. La salvación para quienes tuvieron esta clase de títulos fue la amortización anticipada por parte del Estado, que es la salvación que podría acontecer para quienes compran ahora los mal llamados preferentes. No hay cultura financiera. El público acude a la compra de estas emisiones atraídos por rentabilidad que superan, en todos los casos, el 6% ahora que los depósitos apenas rinden algo y los tipos oficiales están próximos a 0 ¿Pero alguien en su sano juicio considera que los bancos y las cajas de ahorro van a dar duros a peseta?...”
Los productos de pasivo provocaron las mayores salidas de inversores de los fondos en la historia, con reembolsos cercanos a los 60.000 millones de euros en 2008.
Ahora, las entidades financieras han cambiado el foco, pasando de los depósitos, con los que reforzaron su balance, a las preferentes, con las que mejoran sus ratios de solvencia.
Fondos de renta fija y garantizados son los más golpeados por la competencia de las preferentes
Fuentes consultadas del sector reconocen que las redes comerciales han primado la colocación de las acciones preferentes sobre cualquier otro tipo de producto, como los fondos de inversión.
La fuerza de las redes
Las oficinas de las entidades también estarían aconsejando a los ahorradores de depósitos reinvertir su dinero en acciones preferentes, a pesar de las advertencias de la CNMV sobre los riesgos de estos productos.
Ante la avalancha de emisiones, el regulador español publicó una guía en la que definía las preferentes como “un instrumento complejo y de riesgo elevado que puede generar rentabilidad, pero también pérdidas en el capital invertido”. Por ello, muchos expertos no las recomiendan para inversores particulares.
En total, bancos y cajas han anunciado emisiones de preferentes superiores a los 12.000 millones de euros desde diciembre de 2008. La mayor parte de las entidades emisoras sufren reembolsos netos (diferencia entre entradas y salidas de capital) de sus fondos de inversión durante los últimos meses. Por ejemplo, Caja Madrid, que hace poco comercializó preferentes, vio salir de su gestora de fondos más de 200 millones de euros en mayo, sólo superada por la gestora de Santander, que también se suma a esta moda.
El dinero captado por las preferentes en fondos procede en su mayor parte de los de renta fija a corto plazo, que vieron salir 1.600 millones de euros en mayo. La caída de los tipos de interés ha restado atractivo a estos productos y ha hecho que muchos inversores opten por llevar su dinero a productos que anuncian altas rentabilidades. Tan sólo ganan adeptos los fondos de renta fija a largo plazo, que en muchos casos invierten una parte de su capital en las emisiones de deuda de las propias entidades.
Los garantizados también están pagando la competencia de las preferentes. “Muchas entidades están aprovechando los vencimientos [de fondos garantizados] para reconvertir a los partícipes en clientes de pasivo, bien sea de imposiciones o de emisiones de las entidades que refuercen su estructura de balance”, aseguraba hace poco Marcelo Casadejús, director de marketing de Ahorro Corporación.
La trampa de la liquidez
“...La trampa está en la liquidez. Imagínate que un suscriptor de preferentes necesita hacer caja de estos títulos al cabo de dos años por la razón que sea. Hasta ese momento, en efecto, ha estado cobrando los intereses ¿Pero quién le comprará sus títulos en el mercado secundario? Nadie, salvo el emisor, si es que lo compra. Y en el supuesto de que lo compre no lo hará a la par, al precio que abonó el suscriptor. Aquí, como en todo mercado, entrará en juego la ley de la oferta y la demanda. A mayor oferta y nula demanda, precios a la baja. De este modo, el, ahorrador se encontrará con unos preferentes devaluados cuyo precio de adquisición por quien sea será más bajo que el de la compra más los intereses cobrados. O sea, una ruina…”
“...Lo mismo sucede con los garantizados. La parafernalia que rodea los folletos de emisión de estos fondos es tan amplia y viscosa, tan espesa, pero a la vez tan sugerente, que muchos han picado el anzuelo en los últimos años ¿Conoces a alguien que, en efecto, haya dado un buen pelotazo con los garantizados? ¿Acaso los garantizados garantizan algo en lo que es la interpretación que todo el mundo hace de estos activos…”
“...Aún hay asunto peores en este proceso. Los últimos datos oficiales indican que en los últimos meses se ha producido un trasvase alocado y sin precedentes de los fondos garantizados a los preferentes. O sea que si no quieres una taza de caldo, ¡pues tómate dos”. Parece increíble, pero es cierto…”
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