Una vez más, una empresa española se ha convertido en el objetivo de la Comisión Europea. Y como no podíÑ‚Âa ser de otra manera, quiere imponer una sanción “ejemplarizante” para el reto de paíÑ‚Âses de la Unión Europea en materia de telecomunicaciones. Lo más gracioso, es que España ha sido uno de los paíÑ‚Âses que más ha abierto su mercado de telecomunicaciones si nos comparamos con Francia o Alemania, por poner un ejemplo. La decisión de Bruselas no ha sentado nada bien a la Comisión del Mercao de las telecomunicaciones (CMT) que ve violadas sus competencias en la materia y su presidente, Reinaldo RodríÑ‚Âguez, no ha dudado en criticar duramente la decisión de la Comisión Europea. RodríÑ‚Âguez defendió los efectos beneficiosos que ha tenido la regulación sobre los mercados mayoristas de ADSL de Telefónica por los que esta operadora puede ser sancionada en la UE con una fuerte multa. El presidente de la CMT defendió la actuación de la CMT en los precios máximos de estos servicios y dijo que cuando se tomó la decisión, Telefónica teníÑ‚Âa una cuota de mercado del 95% y desde entonces la ha bajado al 55%ó 56%. Reinaldo RodríÑ‚Âguez no dudo en criticó ayer al departamento de Kroes: у”šÑ‚«Si cree que hay sitio para actuar deberíÑ‚Âa abrir un expediente al regulador nacional -es decir, a la CMT- y no a Telefónica por cumplir nuestras resolucionesу”šÑ‚», sentenció. Habrá que ver que decisión toman hoy en Bruselas una vez que la responsable de Competencia, Neelie Kroes, que pretende sancionar a Telefónica con una multa que podríÑ‚Âa alcanzar los 200 millones de euros. Pero Alierta no se va a quedar ocn los brazos cruzados y ya ha anunciado que recurrirá la sanción, y se defendió alegando que los precios de la banda ancha que aplicaba a sus clientes mayoristas y a los usuarios minoristas cumplíÑ‚Âan al dedillo la legislación española, pues no superaban los máximos impuestos por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Veremos que hace finalmente Bruselas. Y si quiere dar ejemplo, que lo haga en todos los paíÑ‚Âses de la Unión Europea y que España no sea el ‘tubo de ensayo’.
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