A partir de la crisis financiera de 2008, los economistas han tratado de hallar una explicación satisfactoria al decepcionante crecimiento económico de Estados Unidos y otros países, desde la austeridad fiscal a la crisis del euro. Ahora se están dando cuenta de que uno de los vientos en contra más fuertes es también uno de los más difíciles de superar: la demografía.
Las economías avanzadas alcanzarán un hito fundamental el próximo año. Según proyecciones de la Organización de Naciones Unidas, su población total en edad productiva disminuirá por primera vez desde 1950; en 2050 se habrá reducido 5%. La cantidad de trabajadores también caerá en algunas de las principales economías emergentes, como China y Rusia. Al mismo tiempo, la proporción de la población de más de 65 años en estos países se disparará.
A las generaciones anteriores les preocupaba que el mundo tuviera demasiada gente. El problema actual es que tenga demasiado poca.
GREG IP/The Wall Street Journal
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