(Por todo ello no tiene sentido, pienso, una reforma laboral para “solucionar el problema del paro”. Con la misma mala legislación que ahora se quiere reformar España alcanzó, en Junio del 2007, una tasa de desempleo media anual del 8,3% (irreal: como siempre no contaba ni el subempleo ni el paro encubierto, pero bueno), lo que llevó a algunos a decir que “el pleno empleo estaba próximo”; es un dato que ahora se quiere olvidar. El paro, en España, no es una cuestión de legislación, sino de PIB).
Inflación. Aún teniendo la economía española una alta dependencia del exterior en temas energéticos y en capital, la caída del consumo -de todo- que paulatinamente se irá produciendo compensará las posibles tensiones que la importación -a la baja- de capital y energía pueda ir generando, anulándolas y revirtiéndolas. Deflación, por no-consumo, por imposibilidad de consumo, por tanto, no en espera de descensos de precios a fin de comprar más barato: ¿con que se podría pagar lo teóricamente consumido si las rentas tienden a la baja (recuérdese la receta del FMI) y la capacidad de endeudamiento, en numerosos caso, ya ha desaparecido?.
Déficit. Como saben Uds. no suelo elaborar previsiones de déficit, ¿por qué?, pues porque idénticas cifras significan cosas totalmente distintas en función de quien las muestra. el déficit español no es radicalmente diferente al de USA, sin embargo las implicaciones de uno y de otro lo son.
Vuelvo a decir lo que llevo diciendo desde principios del 2006: lo peor está por llegar: a partir de mediados del 2010, el crash. No existe solución al modo tradicional: es una crisis sistémica, y, desde luego, no pasa porque cada país, cada Gobierno, “haga la suya”, sino por una coordinación económica internacional; pero auténtica, verdadera: postglobal.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
[Volver]