La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Muy pocos saben lo que, en realidad, van a pagar por una acción, si está cara o barata

Miercoles, 24 de Agosto de 2022 Moisés Romero

Hoy en día la gente sabe el precio de todo y el valor de nada". Oscar Wilde. Frase corta que esconde multitud de situaciones en los mercados financieros actuales y en el propio ciclo económico, el más manipulado de la Historia por los bancos centrales, tanto, que algunos estrategas piden retirarlo de los anales, porque no se puede comparar con el resto de ciclos anteriores. Sabemos los precios, que publican las plataformas de negociación. Precios oficiales al cierre de cada jornada y precios al instante. Desconocemos, no obstante, cuál es el valor de las acciones, que cambian de manos. También, cuántos muertos siguen enterrados en el jardín y cuenta mierda sigue escondida debajo de las alfombras de muchas compañías cotizadas. Ya dijo Antonio Machado, que «todo necio confunde valor y precio». El concepto de valor se refiere al beneficio o a la utilidad que obtenemos de un bien. Sin embargo, el precio nos habla de la cantidad que pagamos al comprarlo", me dice uno de mis gurús favoritos, que añade:

"El múltiplo futuro que un inversor estará dispuesto a pagar por una acción es casi totalmente impredecible. Por esa razón, un inversor debe ser conservador al estimar esto...", señala ValueStockGeek.xls@ValueStockGeek)

"En las tabernas, bares y restaurantes de tronío siempre encuentras a alguien que proclama estar en posesión de la verdad y asegura que esta o aquella acción será objeto de opa, o como se dice desde hace algunos años, susceptible de protagonizar operaciones corporativas. Es como aquel que inventó el reloj de madera..."

"Esta maraña de influencias, susurros, rumores y especulaciones es consustancial al desarrollo de los mercados. Es más, forma parte del proceso de formación de los precios en Bolsa y, lo que es más importante procura liquidez al mercado..."

"El fenómeno no es diferente en la actualidad. Se siguen vendiendo y pregonando opas y operaciones fantásticas. Los vendehúmos siempre sugieren que lo peor ha pasado, que el desacoplamiento entre Bolsas y realidad económica es la mejor prueba de que los mercados siempre anticipan tendencias y que los sucesos provocados por la pandemia se superarán pronto y rápido..."

"El vendehúmos es aquella persona que ostenta o simula valimiento o privanza, para vender con estos su favor a los pretendientes. La definición del Diccionario de la Lengua de España hay que asumirla al pie de la letra, porque hay otras especies en los mercados, también en muchas áreas de la vida social, política y económica, que se parecen a los vendehúmos, pero no son tales. Se trataría, por ejemplo, de los que hacen favores, de los correveidiles o de los expertos en lobby, en influir. O sea, el vendehúmos vende aire. Lo curioso es que muchos compran frascos enteros, que vendidos como esencias de alto valor sólo contiene aire..." 

"En la Bolsa he hablado con muchos vendehúmos. Uno se pregunta el porqué de tanta argucia y engaño. En los salones de operaciones, en el parqué, en los patios de operaciones de algunas grandes entidades, no hay día en que no se te acerque alguien y te susurre al oído que conoce al primo del cuñado de don Fulano y que este don Fulano es un gran actor en la Bolsa..."

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