Miercoles, 25 de Enero de 2017 Santiago Niño Becerra

El problema de España, pienso, no es de baja natalidad sino de falta de demanda de trabajo.

Se estima que cuando acabe esta crisis el desempleo estructural en España oscilará entre el 18% y el 20%. ¿Incrementar la natalidad? ¿Aumentar la inmigración? ¿Para que el desempleo aún sea mayor y el gasto público no productivo tenga que aumentar?

Es decir, y yendo más allá, el problema último de la economía española es su baja productividad que lleva a que la competitividad de España tenga que basarse en los bajos salarios y en la precariedad laboral.

Si la productividad fuese elevada importaría muy relativamente que la edad media de la población creciese, pero en particular en España que la población envejezca es un problemón porque el gasto público tiene que aumentar en un escenario de cotizaciones sociales a la baja. Claro que si el acceso a la sanidad se dificulta y los servicios sanitarios se limitan la esperanza de vida decrecerá, lo que en términos estrictamente financieros mitigará la insuficiencia de ingresos.

Miren las cifras. http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/mayores-anos-duplican-menores-5727629

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