Domingo, 02 de Octubre de 2011
Redacción
El Progreso texto: Marta Menán
La crisis apretaba, pero todavía
no ahogaba, cuando se puso a la
venta "˜El crash del 2010"™. Corrían
los primeros meses del 2009 y el
economista Santiago Niño advertía
apocalípticamente que lo peor
estaba por venir. Una debacle económica
que él ya había previsto
en el 2006.
Alertó sobre "˜El crash del 2010"™,
aunque el auténtico crash lo estamos
viviendo en este 2011...
No, para mí el crash tuvo lugar
entre mayo y junio de 2010, tras
una reunión clave del Consejo de
Europa en la que se decide dar un
giro copernicano a su política económica:
si hasta entonces la clave
había sido más gasto, no importa
el déficit, echemos más leña a la
caldera y tira para adelante; en
esta reunión se asume que esa vía
es inviable, porque los déficits no
dejan de crecer y los problemas no
se arreglan. Ése es el crash: asumir
que la antigua forma de hacer
las cosas está acabada. Por eso de
ahí se pasa al recorte, a la poda,
a la motosierra. ¿Por qué? Pues
porque la actividad económica
no se va a recuperar y tenemos la
deuda que tenemos, los ingresos
fiscales van a disminuir y la única
vía para intentar cuadrar esto
es reducir el gasto. La cronología
es la siguiente: en el 2007salta el
escándalo de las "˜subprime"™, y se
ponen en marcha unos amortiguadores;
del 2007 al 2010 viene
lo que yo llamo la precrisis: «sí»,
«no», «parece que», «queremos
creer», y en mayo-junio del 2010,
la caída. A partir de ahí, caída,
caída, caída...
La magnitud de la caída era algo
que no se podía sospechar.
Lo que a mí me abrió los ojos fue
una cifra: en 1996, la deuda privada
en España era del 66%; en el
2005, del 230% , ¡eso es algo insostenible!
En el período 1997-2007
los salarios reales crecieron muy
poco, pero el consumo se disparó,
porque había crédito. La gente
iba al banco y decía «quiero lo que
sea», y le daban el dinero para que
se lo comprara. Pero si España no
hubiera entrado en esa dinámica
"”y esto es lo terrible"”, no hubiera
crecido y no hubiera ido bien,
ningún país lo habría hecho. Pero
llega un momento en que hay que
pagar las deudas... y España no
puede. Nadie puede.
Asegura que el otoño y el invierno
van a ser terribles. ¿Qué se puede
esperar?
Ésa es la pregunta... Yo pienso
que hay que esperar lo inesperado
y que va a haber un desencadenante
que será el que acelere todo
este problema todavía más. Por
ejemplo, la deuda interna china.
Y dirán, ¿qué pinta China en esta
historia? Pues pinta mucho. Se especula
con que tal vez China tenga
la tentación de vender parte de la
deuda exterior estadounidense
que posee (2,3 billones) para seguir
financiando el crecimiento
de sus provincias. Si eso pasa, el
cataclismo puede ser tremebundo.
Pues a este tipo de cosas me
refiero.
En España habrá elecciones generales
este otoño, ¿las medidas
que llegue a adoptar el hipotético
nuevo gobierno podrían aliviar en
algo la situación del país?
¿Qué se entiende por aliviar? Aliviar
la situación en España sería
que la deuda privada bajara (actualmente,
está en el 300% del
PIB), ¿cree que eso puede arreglarlo
un Gobierno? Aliviar la situación
en España sería que el desempleo
disminuyera y que su prima
de riesgo bajara, ¿alguien cree que
un Gobierno puede conseguir eso?
Lo que va a pasar en primer lugar,
si se cumplen las quinielas, es que
el PP va a arrasar. ¿Qué va a hacer
a continuación? Pues lo mismo
que en Castilla-La Mancha: lo que
está haciendo la señora De Cospedal
multiplicado por tres. En España
se van a aplicar unas tijeras
monstruosas, porque si el país se
ha comprometido a una serie de
medidas ante Europa (a tener un
déficit del 2,1% en el 2014), podemos
deducir las salvajadas "”y
no lo digo en mal sentido"” que
va a tener que hacer el próximo
Gobierno para aproximarse a ese
compromiso. ¿Alivio? De cara a
la población, empeoramiento;
porque además el ciudadano sigue
con la ilusión de volver a lo de
antes y eso es imposible. Nunca
jamás volveremos a una situación
en la que a una persona que gane
700 euros le den un crédito para
comprarse un Audi A3-RS.
Quizás por eso le ha aconsejado
a Rajoy que procure no salir elegido.
Sí, sí, evidentemente, y lo mantengo,
porque el partido que gane
se va a abrasar. La gente va a ir
a votar con la ilusión de que el
que venga lo va a arreglar todo y
vamos a volver al séptimo cielo,
cuando lo que va a pasar es que la
situación se va a degradar más.
Entonces, imagínese la reacción
de esos votantes.
El objetivo prioritario de los candidatos
a la Presidencia del Gobierno
es la creación de puestos de trabajo
aunque, según usted: «Hay
mucha gente que sobra y que debe
perder toda esperanza de empleo».
Es una afirmación durísima.
El objetivo del próximo Gobierno,
de cara al consumo interno, es la
creación de empleo, pero al broker
que maneja inversiones desde Chicago,
la tasa de paro de España le
importa un rábano: lo que quiere
es que el país pague su deuda. Así
que hay dos exigencias distintas:
la interior y la exterior. Además,
tenemos un modelo productivo
de bajo valor añadido (hostelería,
construcción...), que es muy complicado
y caro sustituir, y como de
esta crisis se va a salir por productividad
y eficiencia, hay personas
que realmente lo tienen muy negro
para encontrar un empleo.
Con un panorama como el que
ha ido dibujando, y teniendo en
cuenta que considera que lo peor
aún está por llegar, es normal que
diga que se trata de «sobrevivir».
¿Quién estaría más preparado
para hacerlo?
Pero es que este panorama no es
que sea exclusivo de España, esto
es generalizado: ya verá usted lo
que le va a pasar a Alemania cuando
le dejen de comprar. La OCDE
prevé un crecimiento del 1,4% para
Alemania en el cuarto trimestre,
¡cuidado! Aquí, los más preparados
para sobrevivir son los países
más pequeños, más tecnológicos
y con más valor añadido.
¿Y al nivel de empresas y trabajadores?
Una persona flexible, que tenga
conocimientos específicos, con
experiencia de gestión... Gente
que se pueda mover vertical y
horizontalmente. En empresas,
también las más flexibles y pequeñas.
En el otro lado situaría a las
pymes, que son las que lo van a
pasar realmente mal.
Hasta ahora, los gobiernos sólo
hacen recortes. ¿No cree que tal
vez se deberían aplicar también
otro tipo de medidas?
Para hacer otro tipo de cosas hace
falta dinero. Ese dinero, o lo generas
tú vía recaudación fiscal o bien
te lo prestan. La recaudación fiscal
en España no va a aumentar, porque
como la actividad económica
cae, el aumento de impuestos
sólo va a servir, en el mejor de los
casos, para compensarla. Esa vía
está cerrada, ¿y prestar? Aquí no
va a haber crédito para nadie en
unos años. Así que la única vía es
llegar a un equilibrio entre recortes
e ingresos: un equilibrio entre
menos actividad, menos servicios,
menos ingresos, menos,
menos, menos... Hacernos más
pequeños, reducirnos.
¿Se trata de un cambio de modelo
económico?
Sí, claramente. No estamos en los
estertores del capitalismo, pero sí
en su declive.
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