La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Pensiones y población

Jueves, 21 de Julio de 2016 Santiago Niño Becerra

Nunca ha desaparecido el nexo, pero parece que nuevamente vuelve a vincularse ‘aumento de población’ con ‘mayor recaudación de la Seguridad Social’: a más población, más cotización, más ingresos para financiar las pensiones.

Apostar por un aumento de la natalidad para lograr lo apuntado ha decaído: posiblemente sea porque el tiempo que tarda un bebé en convertirse en activo es largo y el problema de las pensiones es perentorio, pero eso no sucede con la inmigración: la mayoría de sus miembros son adultos.

Lo hemos comentado en diversas ocasiones; otra vez. La inmigración cuando llega a un país, y a no ser que ya llegue con un contrato de trabajo, no es población activa, para que lo sea tiene que convertirse en oferta de trabajo, y para que esa oferta de trabajo contribuya a las cotizaciones sociales debe existir demanda de trabajo que la contrate debiendo producirse esa contratación en blanco, es decir, de forma legal.

Actualmente en España no se si existen estimaciones de la tasa de subempleo de la población inmigrada, ni de la ocupación sumergida de los inmigrantes activos, ni tampoco de su nivel salarial medio que determina su base de cotización. Lo que si parece razonable suponer es que, partiendo de la base de que la tasa de desempleo de la población inmigrante ronda el 35%, sus niveles de subempleo y de ocupación en negro serán elevados, y su salario medio reducido.

El aumento de la oferta de trabajo producido por un aumento de la inmigración tensa los salarios –sobre todo en determinadas actividades– a  la baja porque la demanda de trabajo no aumenta en consecuencia (si es que aumenta); la pregunta, por tanto, y no tengo dato alguno que pueda aportarme información, es: ¿cuál es la aportación media a la Seguridad Social de la población inmigrante que llega sin un contrato de trabajo?. Si tienen datos, por favor, pásenmelos.

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