En síÑ‚Â, las conclusiones son de un recorte de las ventas al por menor de tres puntos y un menor crecimiento de un punto. Claro que limitado riesgo económico, aunque siempre inquietante reacción social. Recordad como el dinero que ha apuntalado la bolsa china al alza de forma reciente es doméstico, con las familias chinas que parecen haber descubierto un activo donde aumentar sus limitadas rentabilidades hasta el momento. En definitiva, impacto económico moderado.
¿Y financiero? nada que ver con una crisis financiera a la antigua usanza. ¿No se mantienen las restricciones a la libertad de los movimientos decapital? que se lo pregunte a las autoridades USA con respecto al cruce frente al Yuan. El resto de las notas son de tipo económico: ¿qué deberíÑ‚Âa ocurrir para que el superávit por cuenta corriente chino se modere? siempre advirtiendo del riesgo derivado del proteccionismo, sólo un cambio de tendencia en el saldo positivo de los intercambios externos desde China podríÑ‚Âan llevar a relajar estos temores.
Recordad como en 2001 el superávit corriente fue del 1.3 % del PIB, para pasar hasta un 3.5 % en 2004, hasta un 7 % en 2005, del 9 % el año pasado y previsiones de que supere el 9.5 % este año. ¿Por dónde puede venir “su empeoramiento”? parece evidente, por una moderación de las ventas. Algunas medidas se ha tomado en este sentido desde la subida de impuestos (15 % hasta el 25 %, unificándolos para todas las compañíÑ‚Âas), imponiendo tarifas a productos de exportación, ampliando la banda de fluctuación del Yuan o aplicando una políÑ‚Âtica monetaria más restrictiva.
Pero también facilitando un aumento de las importaciones, como el acuerdo alcanzado en la reciente visita a USA por lo que respecta a un acuerdo comercial por más de 32 bn.$. ¿Suficiente? no lo parece. Claro, al final lo correcto pasaríÑ‚Âa por un aumento del consumo privado que lleve a un fuerte aumento de las importaciones. Un aumento de peso en la demanda china del consumo frente al binomio actual de exportaciones/inversión. Pero, lograrlo parece que depende de medidas estructurales en términos de aumentar los ingresos de las familias, retiro, educación, sanidad…pero esto no puede ser inmediato.
Me temo que el riesgo proteccionista nos va a acompañar durante bastante tiempo, cuando dudo que se vaya a traducir en medidas concretas más allá de tensiones puntuales. Con todo, parece evidente que es una de las principales amenazas a medio plazo para los mercados. También para la economíÑ‚Âa. Una amenaza más a tener en cuenta, a medio plazo. Pero, por el momento, ha llevado a muchos inversores a diversificar posiciones tanto en la zona como en los paíÑ‚Âses desarrollados. Curioso como un riesgo importante se ha convertido en un factor determinante a corto plazo para que las bolsas sigan subiendo.
José Luis MartíÑ‚Ânez Campuzano es Estratega de Citi en España