Jueves, 01 de Septiembre de 2016 Santiago Niño Becerra

Me lo contaron hace unos días: alguien que lo ha vivido en primera persona.

Año 2006. Quien me lo contó trabajaba en una planta de montaje que una multinacional tenía en España. Contando salario base, pluses y pagas percibía una remuneración de 1.900 euros mensuales, equivalentes a 2.189 euros del 2016.

Esa multinacional decidió cerrar esa planta de montaje y parte de la plantilla encontró trabajo en otra multinacional.

Quienes de aquellos que ahora están trabajando en esa otra multinacional, están percibiendo, integrando salario base, pluses y pagas, 1.200 euros mensuales. Es decir, en diez años esos trabajadores han experimentado un descenso del 45% en su remuneración real.

Este es parte del empleo que se crea en España, que se está creando en España.

¿Razones? Un exceso de oferta de trabajo en relación a la demanda, una productividad obtenida a través de bienes de capital donde el trabajo es cada vez más subsidiario, la desvalorización del factor trabajo frente al capital, …

¿Pueden imaginar, manteniéndose esta tendencia, cuál pude ser la remuneración de estas personas en el 2026? (En el caso de que continúen en esta compañía, claro).

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