Para calcular el precio máximo, el regulador nacional aplicó un “test de estrechamiento de márgenes” que consiste en llegar al precio minorista a partir del mayorista, es decir, al precio mayorista se le restan los costes y se suman unos márgenes, lo que resulta en el tope máximo que puede fijar la operadora para que sus rivales tengan margen suficiente y puedan obtener ingresos. “No pensábamos que siguiendo las directrices de la CMT pudiéramos ser objeto de sanción”, indicó Telefónica, que en todo momento asegura que no actuó de mala fe ni de forma malintencionada.
Argumento de recurso
En el recurso que Telefónica tiene previsto presentar, para lo que cuenta con un plazo de 2 meses y 10 díÑ‚Âas, la compañíÑ‚Âa alegará que actuó en todo momento dentro del marco regulatorio, por lo que ni hubo “culpabilidad ni mala fe”. Además, la operadora sostiene que de acuerdo con las ‘guidelines’ de la Comisión Europea su comportamiento no tuvo efectos negativos en el mercado de banda ancha nacional, puesto que “no sólo no hubo salidas, sino que hubo entradas” de otros operadores. Telefónica recordó que en los últimos cinco años no sólo ha crecido el mercado, sino que su cuota ha ido decreciendo en beneficio de sus rivales.
Desde el punto de vista juríÑ‚Âdico, el Derecho Comunitario reconoce que el servicio de acceso a la red no es un servicio esencial, por lo que tiene otros elementos de replicabilidad. Lo esencial en dicho mercado seríÑ‚Âa el bucle, explicó la operadora. Fuentes de la compañíÑ‚Âa que preside César Alierta indicaron su deseo de contar con el apoyo de la CMT y el Gobierno español en su recurso. Por su parte, el presidente de la CMT, Reinaldo RodríÑ‚Âguez indicó que no cree posible que la CMT pueda intervenir en el recurso, aunque señaló que estudiaríÑ‚Âa la multa en busca de “algún bien defendible en el que puedan participar”.
La CMT se opone a la multa
RodríÑ‚Âguez, reconoció ayer que, desde el punto de vista de las ofertas del mercado, los precios de banda ancha están todavíÑ‚Âa por encima de los que se ofrecen en algunos paíÑ‚Âses europeos, especialmente en las ofertas individuales. “La tendencia que se detecta es que los precios están por encima de la media europea en banda ancha y no hay una reducción lo suficientemente rápida como nos gustaríÑ‚Âa que existiese”, aseguró RodríÑ‚Âguez. Según la Comisión, Telefónica fijó unos precios mayoristas demasiado altos, lo que no dejaba margen a sus competidores para obtener beneficios.
La operadora alega que el precio máximo fue fijado por la CMT y que se limitó a actuar en base a dicha regulación. Para el Ejecutivo Comunitario, Telefónica podríÑ‚Âa haber puesto fin al estrechamiento de márgenes rebajando voluntariamente sus precios mayoristas. Bruselas subrayó que sus precios mayoristas nacionales -que representaban en el 2006 el 70% de los precios afectados por la decisión- no estaban regulados y sus precios mayoristas regionales -que representaban en 2006 alrededor del 30% de los afectados por la decisión- sólo estaban sujetos a precios máximos fijados de antemano por el regulador español basándose en las estimaciones de Telefónica de 2001.
El presidente de la CMT indicó, por su parte, que el regulador no coincide ni en metodologíÑ‚Âa no en criterios con Bruselas en la multa impuesta a Telefónica y recordó que la resolución inicial se tomó en un momento en que la banda ancha estaba aterrizando en España. Además, RodríÑ‚Âguez recordó que la Comisión Europea actúa conforme al Derecho de la Competencia, que aplica una legislación distinta a la suya e indicó que en sectores como el de las telecomunicaciones no ha sido capaz de ordenar ni promover la competencia, por lo que no considera “consistente” que reabran temas tratados por los reguladores nacionales. “Como responsable de la CMT no me hace gracia que se hagan estas cosas, es más, hubiese preferido que en vez de abrirle un expediente al que cumple una resolución de la CMT, se lo hubiesen abierto a la CMT”, expresó RodríÑ‚Âguez.
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