Los vendedores/as de la exuberancia bursátil, en un momento en que la barcaza económica sigue varada, desbordada por el desempleo y falta de ritmo y de pulso, van cubierto/as de abalorios, con cuentas de cristal que imitan el diamante, cuentas ensartadas que no valen un euro, pero se pagan a precio de oro. Es la historia de siempre. En épocas de mejora de las expectativas es más fácil seducir y también, caer en la trampa. Multitud de empresas de tamaño grande, medio y pequeño llevan años postradas, al borde del impago y sin capacidad de maniobra. Aprovechan, ahora como antaño, la marea para salir a la orilla y pedir dinero con el que financiar sus nuevas ilusiones, que volverán a defraudar. Ya han comenzado los defaults, los impagos de bonos.
La marea en la Bolsa está alta y muchos náufragos han pisado la arena. Pero no todos sobrevivirán. La historia de la Bolsa está repleta de situaciones como éstas. El inversor debe ser hábil en la ejecución de sus decisiones y por supuesto, no sucumbir a los cantos de sirena, porque cuando la mar se agite, que se agitará, los volverá a engullir.
Dicen que no hay alternativa a la Bolsa. Lean. Otra vez la alusión a la Trampa de la Liquidez. Refresco la memoria. Con tipos de interés a 0 en Estados Unidos y en Japón y con el compromiso de mantenerlos en situación de espera hasta que el cuerpo aguante (el mercado especula con subida mínimas y consensuadas de tipos de interés en EEUU a partir de los próximos meses), unos y otros hablan de la Trampa de la Liquidez, como si el mercado no tuviera ya trampas suficientes para cazar elefantes. Es un término, no obstante, al que tenemos que acostumbrarnos. Así lo confirma el devenir del tiempo.
He encontrado en el El Manual Básico de La Economía de Mercado lo siguiente: Keynes afirmaba que las decisiones de ahorro y las decisiones de inversión son totalmente independientes y no existe ninguna fuerza que tienda a igualarlas. La idea monetarista es que el tipo de interés es esa fuerza. Si el tipo de interés es bajo los inversores demandarán más dinero; si el tipo de interés es alto, los ahorradores se sentirán estimulados.
http://www.lacartadelabolsa.com/index.php/archivo/articulo/si_keynes_saliera_de_la_tumba_volveria_a_caer_en_la_trampa_de_liquidez_o_en/
Por lo demás, vuelvo a recordar una frase de uno de mis gurus favoritos: “el dinero cada vez valdrá más. Déjalo en la cuenta corriente, a cero patatero. No caigas en la trampa, desoye los cantos de sirena…”
http://www.lacartadelabolsa.com/index.php/archivo/articulo/deja_el_dinero_en_la_cuenta_corriente_a_cero_peloteroel_dinero_vale_mucho_y/