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¿Cómo evitar que se disparen los CDS griegos sin acabar con el mercado de CDS?

Carlos Montero - Martes, 28 de Junio El efecto contagio de la crisis de deuda europea es una gran preocupación porque sus tentáculos tienen amplias ramificaciones. Los activos en mayores dificultades son los relacionados con las economías que tienen que lidiar con su enorme deuda y mala salud económica - Portugal, Irlanda, Grecia y, en menor medida, España. Los propietarios de acciones, bonos y propiedades inmobiliarias en estos países tienen activos que pocos inversores quieren comprar, incluso a los bajos precios de hoy (los bienes inmobiliarios irlandeses han recortado su valor a casi la mitad desde sus máximos).

Los inversores y medios advierten sobre la exposición al euro ya que un contagio a toda la eurozona tendría efectos catastróficos. Por el momento la situación es grave pero no alarmante. Hay que recordar que Portugal, Grecia, Irlanda y España representan sólo el 14% de la capitalización bursátil de la zona euro en su conjunto. Excluyendo España, la cifra es del 2,4%. Alemania y Francia juntas representan el 62% y sus economías tienen en un ritmo de crecimiento sólido. Pero si la crisis engulle a España e Italia, el conjunto de Europa, incluyendo Gran Bretaña, se verá muy afectado.

Como bien decía este fin de semana Richard Barley en un editorial en el Wall Street Journal, no hay buenas opciones. Las autoridades europeas se encuentran en este momento en una encrucijada. Están determinados a impedir un default en Grecia que lidere un contagio financiero. Y aunque no pueden manejar a las agencias de calificación para que no declaren como default la reestructuración voluntaria de la deuda griega, sí podrían impedir que saltaran los mecanismos de los CDS (seguros frente a un impago de deuda).

Y es que el riesgo no es Grecia, sino una potencial reacción en cadena. A pesar del miedo existente, las operaciones en el mercado de CDS han sido modestas. En el caso de Grecia hay 79.200 millones de dólares de swaps pendientes, aunque el importe neto son unos muy manejables 5.000 millones de dólares si los CDS finalmente se disparan. Sin embargo los políticos han despotricado en contra de los CDS soberanos y todavía los culpan de los males de Europa. El asunto es que no quieren pagar mucho dinero a los especuladores que tienen abierta una posición corta en este mercado. La idea es que si los especuladores son recompensados por apostar en contra de Grecia podrían después orientar sus operaciones a España e Italia. Y el contagio se produciría.

Sin embargo, esto ignora a aquellos, como los bancos, que usan los CDS como una protección. Los CDS soberanos protegen contra el cambio de los términos que provoquen una reducción del valor de un bono, el impago de un plazo, o si un gobierno niega su responsabilidad. Un rollover voluntario puede impedir que se disparen los CDS. Pero si esto ocurre tenemos una segunda derivada. Si las coberturas resultan inútiles se corre el peligro de que los bancos decidan que tienen una sobre exposición a Europa. Podrían reducir sus préstamos o simplemente vender bonos del gobierno, con el consecuente riesgo de contagio.

Europa tiene el reto de evitar que se disparen los CDS sin socavar el mercado de CDS. Teniendo en cuenta todos los demás problemas que presentan Grecia, los responsables políticos europeos probablemente prescindan de éste.

Fuentes: Wall Street Journal




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