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Los últimos tres años serán como haber tomado el té con las Vírgenes Vestales

Carlos Montero - Viernes, 27 de Mayo Hay pocos bajistas más reconocidos en el mercado que Albert Edwards, estratega global de Societe Generale. Este analista lleva años advirtiendo de la difícil situación a la que se enfrentan las primeras economías occidentales, lo que llevará a las bolsas a sufrir un mercado bajista de más de una década. "He advertido durante casi 15 años que cuando los activos de EEUU y la burbuja económica explotan, la economía postburbuja se asemejaría a la de Japón. Esperaba que el mercado de renta variable siguiera en su tendencia bajista por más de una década, aunque con fuertes recuperaciones cíclicas.", afirmaba Edwards hace algún tiempo.

En su último informe semanal, Albert Edwards, ha reafirmado su pesimismo sobre los mercados de renta variable a nivel global, y lo que es novedoso, su optimismo sobre el mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. Veamos en que fundamenta esta opinión:

Muchos piensan que estoy loco. Pero yo no soy el único analista que espera un escenario deflacionista ni que espera un descenso del S&P a los 400 puntos desde los 1.300 puntos actuales. Recientemente he visto una entrevista de Russell Napier de CLSA y eminente historiador del mercado de acciones, en la que emitía opiniones similares a las mías, aunque de una manera mucho más clara.

Para aquellos de ustedes que no hayan visto esta entrevista, voy a tratar de resumirla. Él cree que la expansión masiva de liquidez de los bancos centrales no ha logrado impulsar la masa monetaria en occidente, sino que ha sido dirigida a los mercados emergentes, lo que ha producido una debilidad del dólar. Esta debilidad del dólar, y una subida de los precios de las materias primas, está conduciendo a las economías emergentes a un escenario de sobrecalentamiento y de inflación. Los emergentes están ahora más inclinados a agresivas políticas de tensionamiento de tipos, incluyendo la apreciación de sus divisas, lo que detendrá el flujo de liquidez hacia estos mercados y aumentará la demanda de bonos del Tesoro de EE.UU.

Este escenario causará lo que Russel denomina “The Great Reset”, que provocará subidas en las rentabilidades reales de los bonos de EE.UU.,y un brote deflacionista que conducirá al S&P 500 a su nivel suelo, coincidente con los niveles de valoración fijados por el ratio PER Shiller, en los 400 puntos.

Donde yo difiero de Russell es que el mundo que el describe suena muy recesivo para mí.

Es evidente que si el S&P cae a los 400 puntos, habrá una importante pérdida de riqueza de los hogares, y caerá el consumo. Y un endurecimiento de las políticas monetarias de los emergentes podría provocar duros aterrizajes.

Mi propio punto de vista, de cualquier forma, sería que a pesar de que los emergentes cesen de comprar deuda de EE.UU. por ese recorte de liquidez, los débiles fundamentos económicos reducirán las rentabilidades de las notas del Tesoro en el corto plazo. Así que en el mundo que yo veo, convivirán un S&P en 400 puntos, junto con menores rentabilidades de los bonos de EE.UU.

El escenario que se nos plantea ante nosotros, nos hará creer que los acontecimientos de los últimos tres años, han sido como una tarde tomando té con las Vírgenes Vestales.

Albert Edwards ha sido muy criticado por sus visiones “apocalípticas de los mercados” (espera caídas del 70% en las bolsas), y ha estado equivocado durante todo este tiempo en el que defendía esa opinión tan bajista. De cualquier forma, los análisis en los que basa esas previsiones son sólidos, no sabemos si acertados o no, por lo que al menos, deberíamos abrir la posibilidad a que tenga razón, y utilizar las herramientas de cobertura existentes, para proteger nuestras carteras.




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