La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

No ha pasado nada (¿No ha pasado nada?)

José Luis Martínez Campuzano - Lunes, 25 de Abril Diez mil quinientos y algo. Así cerró el Ibex el viernes previo a Semana Santa. Y así ha vuelto a cerrar el Jueves Santo. Sí, no sube ni baja. Pero, en esta ocasión el resultado final no hace honor al riesgo asumido en el periodo. Entre medias hemos visto un amago de fuerte caída de los mercados, atenazados por la Crisis de deuda pública en Europa, la de Estados Unidos y el reconocimiento de una mayor gravedad económica en Japón. Entre medias, los precios de las materias primas han alcanzado nuevos altos, los precios de los metales preciosos siguen escalando posiciones y el USD ha cedido posiciones. Pero, eso sí: las bolsas han podido recuperar parte del terreno perdido a finales de la semana aupadas por resultados empresariales positivos y la percepción, veremos si real o no, de que la economía mundial puede con todo. ¿Y los datos macro? Muestran una tímida, por el momento, desaceleración. En Europa el componente político toma de nuevo protagonismo. De forma inesperada un país, en este caso Finlandia, amenaza tras sus últimas elecciones con romper el obligado consenso de asistencia financiera a los países cuyas finanzas públicas son cuestionadas por los mercados. Mientras, el Gobierno griego se mantiene firme en su política de ajuste pese a la fuerte subida de los tipos de interés de la deuda pública. Bueno, no hay necesidad de apelar al mercado mientras se mantenga la línea de crédito europea y del FMI. Pero, ¿pueden soportar los bancos y el sector privado griego el deterioro de las condiciones financieras?.

Mientras, se mantiene en el aire la renegociación de las condiciones financieras del “rescate” irlandés y la negociación de las condiciones financieras para el nuevo “rescate” (no me gusta la expresión, lo admito) portugués. Por cierto, con algunas cuestiones sin resolver sobre la disposición de la oposición portuguesa a aceptar las condiciones de la ayuda que pueden condicionar su política económica para los próximos tres años. ¿Qué se vota entonces en las elecciones de principios de junio?.

Yo era el primero que rechazaba la posibilidad de que se mantuviera el debate sobre el aumento del techo de la deuda pública USA una vez aceptado el presupuesto para este ejercicio fiscal. ¿Tendría sentido? Ninguno. Como decía el Secretario del Tesoro USA, el Congreso debe debatir la política de ingresos y gastos pero no cuestionar la financiación del déficit resultante. Pero en política muchas cosas poco racionales se pueden materializar. Y el resultado es la advertencia, la primera tangible, de un potencial recorte del máximo rating por S&P. Pero el cambio de outlook a negativo va más allá: supone una advertencia sobre el riesgo de descontrol de las finanzas públicas a medio plazo. La advertencia del cambio de rating es a dos años vista. Quizás el descenso ahora del USD sea su principal reflejo, al mismo tiempo que acentúa la subida del precio del crudo y del oro. Es simplemente el aumento de la percepción de riesgo. ¿En qué posición queda entonces la Fed? ¿puede seguir manteniendo una política extremadamente expansiva cuando aumentan las dudas sobre la orientación de la política fiscal? Y con esto se amplía al riesgo de inflación a largo plazo y a que en algún momento la propia credibilidad antiinflacionista de la Fed quede amenazada. Son cuestiones que quizás no impacte en el próximo FOMC, el miércoles, pero sí en los siguientes.

La economía japonesa, de hecho, ya no es la tercera mayor economía mundial. Pero es evidente como la reducción de las previsiones de su crecimiento a la mitad, como ha hecho la OCDE para este ejercicio, no puede pasar desapercibida. Los datos de marzo, el primer descenso de las exportaciones en años, puede ser algo puntual. El año próximo la economía crecerá el doble. Sí, seguro que sí.
¿Y la amenaza nuclear? Es difícil responder a esta pregunta con la información actual.

Algunos dirán que durante la semana no ha pasado gran cosa, si prestamos atención a la evolución neta de las bolsas. Pero sí que están pasando muchas cosas. Y me temo que por el momento no son buenas. Bueno, no todo es tan negativo. La volatilidad VIX se mantiene en niveles bajos del 14.7 %. Pero esto no me consuela.


José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España




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