EL CRUDO Y EL DÉFICIT DE EEUU ELEVAN LA TENSIÑ“N

El mercado se ha mostrado un tanto revuelto esta semana ante los nuevos récords alcanzados por los precios del crudo. La volatilidad se ha disparado para uso y disfrute de los inversores más especulativos, pero para los más conservadores la preocupación va en aumento pues las ganancias empiezan a evaporarse. Para enturbiar más aún el panorama, este viernes se ha conocido un incremento del déficit comercial en Estados Unidos muy por encima de lo esperado en enero. 

Este ha sido el segundo déficit mensual más alto en la historia del paí­s norteamericano, pese a las constantes e insistentes advertencias de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, para que se tomen medidas que frenen su escalada.

Estados Unidos cerró el pasado ejercicio con una cifra récord de 617.700 millones de dólares de déficit, equivalente al 5,3 por ciento del PIB. Una situación que pone en peligro la estabilidad y el equilibrio de la principal economí­a mundial. La reacción del mercado de divisas ha sido inmediata, castigando sin piedad al dólar. Una moneda que va perdiendo poco a poco la confianza de los bancos centrales, sobre todo en Asia, que empiezan a recortar el peso de sus reservas en dólares a favor del euro. La divisa común europea ha salido así­ fortalecida y ha llegado a pagarse a cerca de 1,35 dólares.

Una subida que permite reducir la factura petrolí­fera, el barril de Brent ha llegado a alcanzar los 53 dólares, pero que por el contrario pone en peligro las exportaciones de una Europa en pleno proceso de recuperación económica. Algunos analistas han llegado a advertir incluso del posible estancamiento de Alemania.

Con todo, el mercado no se muestra especialmente preocupado y pese a los ajustes de precios sigue ofreciendo una importante resistencia a la baja, lo que alimenta la teorí­a de que subirá con fuerza en cuanto el precio del petróleo empiece a remitir. Por eso cobre especial importancia la reunión de la OPEP del próximo miércoles.

En este contexto, el í­ndice Ibex 35 ha perdido 207,8 puntos, un 2,18 por ciento, en el cómputo global de la semana, para situarse en los 9.330,20 puntos. La peor semana desde el mes de agosto del año pasado. Un descenso en el que ha tenido mucho que ver la debilidad de Telefónica, que no levanta cabeza desde la presentación de resultados. El selectivo, sin embargo, ha encontrado una importante zona de soporte en torno a los 9.300 puntos y algunos barruntan un posible rebote hacia los máximos del año en cuanto los valores de peso, especialmente Telefónica, recuperen la confianza.

Los inversores se enfrentan esta próxima semana a una importante baterí­a de cifras macroeconómicas, aunque de bajo nivel salvo algunas excepciones. El martes a media mañana el instituto económico alemán ZEW hará público su í­ndice de confianza. Este dí­a, por la tarde, serán las ventas al por menor y los inventarios de negocios estadounidenses los que marquen el ritmo. El miércoles se publicará el IPC de la zona euro y desde Washington llegarán las cifras de casas iniciadas, los permisos de construcción, la producción industrial y la capacidad de utilización.

No obstante, este dí­a, toda la atención se centrará en la reunión que mantendrán los ministros de energí­a de los paí­ses miembros de la OPEP que estudiarán y aprobarán las cuotas de producción para el próximo trimestre. Esta decisión cobra especial importancia después de que el crudo haya registrado su precio más alto en la historia a lo largo de esta última semana.

La preocupación de los inversores no acabará ahí­ porque un dí­a después, el jueves, se publicará el informe de coyuntura de la Fed de Filadelfia muy seguido en el mercado, y el í­ndice de indicadores de Estados Unidos, que muestra la tendencia futura que seguirá la economí­a del paí­s norteamericano. La semana se cerrará con los precios de importación y exportación estadounidenses y el dato preliminar de la confianza que elabora la Universidad de Michigan. Una semana intensa, sobre todo teniendo en cuenta la reunión del comité abierto de la Reserva Federal que se celebrará el próximo 22 de marzo.