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LOS FONDOS USA COMO MOTORES DEL ALZA

Moisés Romero - Viernes, 08 de Abril

{mosimage}El factor tiempo juega, desde siempre, sus bazas particulares en la evolución de los mercados de acciones. Hay series temporales de gran influencia en el comportamiento de las Bolsas, al margen de otro tipo de directrices. El más conocido es el efecto enero, del mismo modo que octubre es el mes de los miedos, aunque no sea un mal ciclo en términos históricos curiosamente. Una mayor acotación de los ciclos nos lleva al actual, a la primera quincena de abril. Es la última oportunidad para que los ahorradores estadounidenses puedan beneficiarse de los descuentos fiscales que ofrecen los planes de pensiones allí­. La mayor parte de este dinero fluye desde siempre, a los mercados de acciones.

Descubrir a estas alturas de curso que el dictado de Wall Street lo copian el resto de las principales Bolsas del mundo es abundar en la ingenuidad. Lo mismo sucede con el empeño que algunos profesionales de la Bolsa manifiestan desde hace años respecto al divorcio de los mercados mundiales de la Bolsa de Nueva York, con planteamientos de estrategias al margen del comportamiento de la primera Bolsa del mundo. Hasta ahora, el divorcio, romper el cordón umbilical, ha sido imposible porque las desviaciones de rentabilidad entre los grandes mercados de acciones internacionales son, por norma, de escasa cuantí­a.

Recurrir a este planteamiento sabido desde párvulos viene a colación en la actualidad por lo que la mayor parte de los analistas y observadores definen como extraña fortaleza de las Bolsas dada las adversas circunstancias del entorno. Es muy difí­cil interpretar los movimientos alcistas de los í­ndices con tensiones en los precios, perspectivas de subidas de tipos de interés en medio mundo, empeoramiento de los resultados empresariales, volatilidades crecientes en los mercados de divisas y cifras reiteradamente contradictorias en lo que respecta al estado de salud de las principales economí­as del mundo.

Hay una explicación a este fenómeno. La primera quincena de abril es un periodo de gran agitación inversora en Estados Unidos de la mano de los fondos de pensiones. Se trata del último periodo hábil para formalizar ingresos y beneficiarse así­, de las ventajas fiscales. Se sabe, también, que gran parte del dinero que entra en los fondos de pensiones enfila el camino de la inversión en Bolsa. Se trata, por tanto, de un maná que se repite todos los años y generalmente, durante la primera quincena de abril los í­ndices siempre suben.

Eso, claro, sucede en Estados Unidos ¿Por qué suben en el resto de los mercados si tal flujo de dinero no les afecta? Digamos que es cuestión de simpatí­a. Lo importante es averiguar el curso de los acontecimientos cuando la noria de los fondos de pensiones se detenga, porque ya no haya más agua que extraer. Lo nomal es que el mercado vuelva sobre sus pasos.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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