La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

LOS INVERSORES DE EE UU, LOS MÁS ALCISTAS DEL MUNDO

Moisés Romero - Viernes, 22 de Abril
{mosimage} Los í­ndices de Wall Street vivieron ayer la sesión más alcista de los dos últimos años. A eso, y no a otra cosa, se le llama bandazos. Vamos a reparar en algunos asuntos. Por ejemplo, el análisis de las cifras de flujos de fondos relativas a 2004, como más fiables, vuelve a manifestar un gran entusiasmo de los inversores privados estadounidenses con relación a la Bolsa a la vez que se detecta una huelga de brazos caí­dos de los inversores finales europeos. El resultado no es nuevo, porque desde siempre los inversores estadounidenses han sido los más activos en la inversión en Bolsa, dadas las singularidades del mercado más grande del mundo. Son, también, los más alcistas. Esta creencia en el alza eterna emana del proceso anterior. O dicho de otro modo, cuando alguien invierte en Bolsa lo hace con la creencia de que los activos que compra van a subir. Invertir con la expectativa de que se va a perder no tiene lógica alguna. Es el mercado, no obstante, el que marca el ritmo. Como apunte de interés, el dinero estadounidense se fija más en Europa.
Los pequeños inversores europeos, o inversores de menudeo, permanecieron mudos e inactivos durante el año pasado, a tenor de las cifras de flujos conocidas ahora. Neutralidad, que dicen los filósofos del mercado, de estos ahorradores a la hora de plantearse la inversión en Bolsa, porque nulas, en términos netos, han sido las entradas de dinero en los fondos de renta variable durante 2004. Que nadie se rasgue las vestiduras, porque para cruzar el rí­o ya están los voraces inversores estadounidenses.

En los últimos meses del año pasado, las entradas netas de dinero en los fondos de renta variable por parte de inversores privados estadounidenses mantuvieron un promedio mensual de 21.000 millones de dólares, frente a un promedio anual de 15.000 millones de dólares. Ya más cerca, en concreto en la primera semana de abril, la entrada de dinero en fondos por parte de estos inversores superó los 17.000 millones de dólares. Es más, comienzan a dejar de mirarse el ombligo y a considerar y a apostar por otros mercados, porque el año pasado las entradas de dinero en las bolsas europeas procedentes de inversores estadounidenses alcanzaron los 60.000 millones de dólares.

Una mayor profundización en el comportamiento de los inversores estadounidenses, siempre con cifras referidas a los flujos de dinero que entran en los fondos de inversión en acciones, destaca que el exceso de liquidez es notable. Para muchos es lo que mejor explica este fenómeno. Hay quien sostiene, con énfasis, que la mayor afluencia de dinero hacia las Bolsas está justificada por el encarecimiento de otras alternativas de inversión. Inmuebles y renta fija carecen de interés en la coyuntura actual, porque su prima de riesgo ha aumentado de manera considerable.

Respecto a los inmuebles, Greenspan ya ha descartado que en estos momentos haya una burbuja en los precios de la vivienda, pero sí­ ha considerado que en algunos casos a nivel local se puede hablar de un estadio de precios insostenible y que la Administración tiene que tomar cartas en el asunto para evitar quiebras de las agencias inmobiliarias que tanto pesan, y tanto efectos colaterales tienen, en Wall Street.

En la renta fija, las advertencias de la Reserva Federal sobre la continuidad de las subidas de tipos hace que la inversión en los mercados de deuda se convierta en una actuación peligrosa aunque, como dato curioso, los fondos de renta fija en Estados Unidos también mantienen entradas progresivas de dinero.

La pregunta es ¿por qué los inversores estadounidenses son más alcistas en Bolsa que los europeos, dado que las circunstancias de ausencia de alternativas, como el inmobiliario y la renta fija, son las mismas en Estados Unidos que en Europa? La respuesta que dan algunos es que quien manda y decide es Wall Street y además, allí­ hay más dinero.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




[Volver]