LA FED, LAS ACTAS, LAS MODAS Y LAS FALDAS
Moisés Romero - Jueves, 14 de Abril{mosimage}Desconocemos si es debido a la presión mediática o
a la influencia de la todopoderosa banca de inversión anglosajona o a
cualquier otro tipo de fuerzas ocultas. Está demostrado que las Bolsas
siempre ponen de moda algún fenómeno para contentarse. Hay cientos de
ejemplos en los últimos años, aunque los ejes principales siempre
terminan siendo los mismos; es decir, en el crecimiento económico,
la inflación, los tipos de interés y los resultados de las empresas. La
moda de los últimos meses, en cualquier caso, es releer las actas de la
última reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de
Estados Unidos. Algo así como buscar en la papelera por si suena la
flauta de que alguien arrojó allí la piedra filosofal.
La Bolsa es un mercado dinámico que sólo mira
atrás para aprender y corregir errores, pero no para fundamentar
estrategias de futuro, porque agua pasada no mueve molino y lo que es
más importante, apenas aporta algo en un mundo económico, financiero y
empresarial cambiante. Hay actitudes y comportamientos que, no
obstante, son seguidos por la mayoría. Son modas coyunturales que
tienen impacto en el proceso de formación de los precios de las
acciones. Una de ellas es la lectura de las actas de la reunión del
Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Esta circunstancia ha irrumpido en los mercados hace pocos meses pese a que la Reserva Federal es coetánea con Wall Street. Hay más, resulta contradictorio hacer un alto en el camino agitado de los mercados para volver la vista atrás y centrar la atención en la reunión que un grupo de miembros de la Reserva Federal tuvo hace un mes, porque desde entonces los índices han seguido adelante y lo que es más importante, en el horizonte se han identificado otras señales que cotizar, con frecuencia distintas a las que se observaron hace un mes.
La moda, como la de la minifalda, que algunos relacionan con las épocas de bonanza en los mercados, es leer las actas de la Reserva Federal aunque éstas sólo enseñen letras y no levanten faldas, para decepción de los más alborotados y rijosos. Hay en este asunto interpretaciones de toda índole, porque no todos los prohombres consideran lo mismo. En la reunión del 22 de marzo hubo argumentos destacados en materia de inflación y de crecimiento económico. Algunas voces apuntaron cimas más altas en ambos fundamentos, aunque Greenspan, que siempre firma el comunicado final, no se atrevió a tirar piedra alguna al estanque dormido de la inflación, pero sí alabó el crecimiento.
Suficiente este resultado para que los mercados estadounidenses mostraran ese mismo martes su alborozo y volvieran a despreciar un déficit comercial fantasmagórico. Lo importante ahora, dicen los mejores analistas, es averiguar quienes se levantaron las faldas en esa reunión ante el convencimiento de que llega la inflación y de que el crecimiento es mayor de lo esperado. Son apuntes indicativos de que los tipos de interés van a volver a subir, aunque el mercado interpreta que será de manera pausada y no violenta, dada la connivencia de Alan Greenspan en el comunicado final.
Esta circunstancia ha irrumpido en los mercados hace pocos meses pese a que la Reserva Federal es coetánea con Wall Street. Hay más, resulta contradictorio hacer un alto en el camino agitado de los mercados para volver la vista atrás y centrar la atención en la reunión que un grupo de miembros de la Reserva Federal tuvo hace un mes, porque desde entonces los índices han seguido adelante y lo que es más importante, en el horizonte se han identificado otras señales que cotizar, con frecuencia distintas a las que se observaron hace un mes.
La moda, como la de la minifalda, que algunos relacionan con las épocas de bonanza en los mercados, es leer las actas de la Reserva Federal aunque éstas sólo enseñen letras y no levanten faldas, para decepción de los más alborotados y rijosos. Hay en este asunto interpretaciones de toda índole, porque no todos los prohombres consideran lo mismo. En la reunión del 22 de marzo hubo argumentos destacados en materia de inflación y de crecimiento económico. Algunas voces apuntaron cimas más altas en ambos fundamentos, aunque Greenspan, que siempre firma el comunicado final, no se atrevió a tirar piedra alguna al estanque dormido de la inflación, pero sí alabó el crecimiento.
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twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero
Moisés Romero
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