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CEPSA-TOTALFINA, LA BATALLA QUE SE DIÑ“ POR CERRADA HACE DOS MESES AÚN CONTINÚA

Redacción - Miercoles, 20 de Abril
{mosimage}A finales de 2004 se apostó por la resolución inmediata del conflicto abierto entre Banco Santander y TotalFina por el caso Cepsa, pero no fue así­. Los operadores y especialistas bursátiles más ágiles pusieron toda la carne en el asador a principios de febrero al considerar que antes de que acabase ese mes ya se habrí­a dado carpetazo al asunto. Tampoco fue así­. Abril va tomando cuerpo y la sensación que cunde de puertas adentro del mercado es que la multinacional francesa va a por todas y lo que es más importante, puede ganar la batalla. En la Bolsa se espera, por ello, que el Tribunal de Arbitraje de la Haya decida pronto. Eso explica el mantenimiento de la fuerza relativa de las acciones de Cepsa al margen de los avatares del mercado. Dada la demora sobre el horario previsto, ya nadie pone fecha a la resolución del conflicto, porque además la acción ya no despierta pasiones.
Desde que ToltaFina rechazara en su dí­a la opa del Santander al considerar que la nueva normativa no hací­a ineficaces los pactos que mantení­a con el Santander en Cepsa desde 1990 y que el banco habí­a violado esos compromisos ha llovido mucho. Como se sabe, el árbitro holandés aceptó la solicitud de TotalFina de inmovilizar las acciones del Santander en Cepsa, a la espera de un arbitrio definitivo sobre el conflicto empresarial, que ya llega.

Una cuestión principal que deberá resolver el árbitro holandés es si está vigente la opción de compra sobre un 4,3% adicional en Cepsa que tení­a Total a un precio de 7 euros, que por su parte el Santander mantiene que ha expirado al quedar sin efectos los pactos parasociales. En virtud del convenio, Total junto con Santander y Unión Fenosa tienen un 33,23% de Cepsa a través de la sociedad instrumental Somaen Dos. El banco, que tiene delegado el derecho de voto sobre toda esa participación, es dueño del 19,92% de ese 33,23% controlado por Somaen Dos, mientras que a Total le pertenece un 8,31% y a Unión Fenosa el 5% restante.

"TotalFina puede ganar la batalla, por razones de peso. La principal es que el regulador español no ha exigido a otras compañí­as con modelos y actuaciones similares lo que el Santander puso sobre la mesa. O lo que es lo mismo, la famosa Ley Rato sobre pactos accionariales no ha sido exigencia primordial de la CNMV. Un caso flagrante es por ejemplo, el de FCC. Pero hay más en la Bolsa española y a eso, entre otros asuntos, se va a acoger la compañí­a francesa", apuntaba hace unas semanas el presidente de un banco de inversión con sede en Londres.

"Los abogados franceses argumentan ante el Tribunal que el Santander ha actuado de mala fe, visto lo sucedido en la Bolsa española respecto a que nadie ha seguido el espí­ritu de la Ley Rato. Y eso siempre doblega el sentir de los Jueces", añade.

"Pero hay más. TotalFina ha encargado el caso al despacho de abogados más famoso de Francia en la materia, un despacho especializado en estos asuntos desde siempre y en pocos temas más. Dirí­a que este grupo de abogados es el experto europeo número uno en estos temas y que claro, generalmente ha ganado todos los pleitos. Lo más seguro es que ahora vuelva a ganarlo. Se conocen muy bien los vericuetos, porque ya han llevado casos similares", concluye.

Sin margen

Conforme ha pasado el tiempo, la Bolsa, que ha mostrado en los últimos meses una agitación especial alrededor de Cepsa, compañí­a con una fuerza relativa destacada sobre los niveles de cambios actuales, va perdiendo el interés, pese a que los expertos señalan que está cerca el punto final sobre el contencioso que mantienen el Santander y TotalFina.

"Cepsa sigue en tierra de nadie, pero sin perder los papeles ni la fuerza relativa. Hay pocos precedentes en el mercado español de una empresa que aguante el tipo un año largo sin que los accionistas no pierdan la fe", dice un operador de la Bolsa de Madrid.

Todo deriva del conflicto abierto a raí­z de la OPA que el SCH lanzó, el 26 de septiembre de 2003, sobre el 16% de Cepsa, tras considerar el banco que la Ley de Transparencia dejaba sin efecto el pacto parasocial que tení­an suscrito ambos socios en la petrolera. "La Bolsa apunta a un final próximo, pero sin dividendos extraordinarios para los especuladores, es decir que gane quien gane poco habrá que llevarse a la boca", añade el operador.

Sin recomendaciones

En este marco es fácil colegir que escasean los informes y referencias sobre la compañí­a. Como curiosidad destacamos uno encontrado en los archivos referido a mediados de octubre de 2004. Desde entonces no hemos encontrado más. Decí­an entonces los expertos de Caja Madrid Bolsa que revisaban al alza sus estimaciones para el precio del crudo en lo referente al periodo 2004-2006. En este contexto, incrementaban en un 14% las estimaciones operativas en este periodo para Repsol YPF y en un 17% sus previsiones de beneficio por acción.

Destacaban que la sensibilidad de la petrolera hispano-argentina a la variación en los precios del crudo se resume en un impacto positivo de 128 millones de euros en EBIT por cada dólar de incremento en el precio del crudo.

Para Cepsa, el incremento en las estimaciones operativas de estos analistas era de un 5% y de un 7% en el BPA para el periodo considerado.

De esta forma, elevaban hasta los 21 euros, desde los 20,4 anteriores, su precio objetivo de Repsol, con la recomendación de acumular, y hasta los 19,5 euros, desde los 19,4 previos el de Cepsa, aunque mantení­an su recomendación de venta.





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