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YUAN, LA MURALLA CHINA A PUNTO DE CAER

Moisés Romero - Jueves, 12 de Mayo
{mosimage}Los mercados de acciones del mundo experimentaron ayer una sacudida intensa en su médula espinal. Es la penúltima vez que el dí­a amanece con rumores y sensaciones extrañas respecto al yuan, convencidos como están los participantes, los diversos actores en el mundo de las finanzas, de que China tiene que mover ficha dada su fuerte presión e influencia sobre el comercio mundial. El yuan, la moneda china, no puede estar suspendida en la cuerda floja eternamente ni tampoco apoyada, intervenida de manera descarada por el banco central de China. La globalización sigue su curso de manera inexorable y hay mucho en juego. Por eso, todos deben acatar las reglas. Salvo que se rompa la baraja. Lo más probable es que China haga más legible su discurso económico y monetario, que hasta ahora es indescifrable.

¿Revaluarán el Yuan hoy, mañana, la próxima semana? En su defecto ¿aprobarán las autoridades chinas una ampliación de bandas hasta un 1,3% como paso previo a una ordenada valoración de la moneda? Los mercados abrieron y cerraron sus puertas ayer con éstos y otros interrogantes. China, no podí­a ser de otro modo, volví­a a la palestra. El asunto no es baladí­. Occidente vive momentos de crispación en determinados sectores industriales acosados por los productos chinos. Competitividad sí­, dicen los mejores economistas, o los que a nosotros nos gustan, pero en igualdad de condiciones.


El juego limpio comienza, aquí­, por la libertad de movimientos monetarios y claro, por la penalización, la tarjeta roja, al intervencionismo de los Estados y de los bancos centrales. A estas alturas de partido a nadie se le escapa que en el caso de China el árbitro se ha enfundado la camiseta de casa. El yuan mantiene una cotización artificial consentida por las autoridades. Lo peor es que con ello exporta estas malas prácticas al resto del mundo. Por eso, los mercados siguen al instante todos los movimientos en una ceremonia confusa.

A primera hora de ayer se dijo que el yuan podrá oscilar en el plazo de un mes en un rango del 6,03% tanto al alza como a la baja frente al 1,26% actual, según publicaba la edición on line del periódico del Partido Comunista Chino, People's Daily. Desde 1995, el yuan mantení­a un cambio sin apenas variaciones en 8,3 unidades por cada dólar. La noticia impulsó la cotización del yen japonés frente al euro, hasta las 135,41 unidades desde las 135,96, y frente al dólar, hasta las 105,09 unidades desde las 105,56. Pero como ya ha sucedido en ocasiones anteriores un funcionario del banco central de China salió al quite y aseguró que no ha recibido ninguna noticia de cambios en la cotización del yuan.

En este desorden, que no es nuevo y que a buen seguro continuará en los próximos dí­as, hay no obstante, apreciaciones de interés. Los observadores destacan, por ejemplo, el avance "correcto", según las autoridades estadounidenses, de las conversaciones del lunes entre miembros del Tesoro de Estados Unidos y otros del banco central de China. En principio, la cuarta reunión que se produce en los últimos años pero la primera de este año. Una aproximación de posiciones, aunque nada más que esto, pero suficiente, porque hasta entonces ni existí­a la aproximación ni las posiciones.

Otro asunto a destacar es la continua alusión de las autoridades chinas a la eliminación de las trabas técnicas o polí­ticas a una subida del Yuan. El martes fue el vicepresidente del banco central de China el que concluí­a de esta forma. Así­, dicen los expertos que si no hay trabas y las conversaciones van por buen camino la cuestión ya no es si se va a realizar el reajuste del yuan sino cuándo y cómo se llevará a cabo.

La especulación, por tanto, vuelve a animarse y con ello, a atenazar a las Bolsas. El consenso es que habrá una ampliación de las bandas o directamente con una subida de la moneda entre un 3%-5% este año, pero que no se producirá a corto plazo. De ser así­, se tratarí­a del inicio de un movimiento que la llevarí­a a subir más de un 20% en los próximos 2-3 años. Respecto al posible impacto de esta situación en el resto de las monedas, los expertos señalan que la reciente apreciación del yen frente al euro en los últimos dí­as es un buen ejemplo de lo que espera el mercado. O dicho de otro modo, más sensibilidad de la moneda japonesa, que hasta ahora ha corregido su subida por las intervenciones reiteradas del BOJ, especialmente hasta principios del 2004.

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Moisés Romero




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