La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

RECICLAJE

Santiago Niño Becerra - Martes, 02 de Agosto

Como ya les he dicho en otras ocasiones, resido en una población de la costa de Barcelona que tiene, según los últimos datos, con 14.561 residentes censados; una población que cuenta con un servicio de recogida selectiva de basuras. (Ya les estoy dando demasiados datos, al final van a acabar encontrándome).

Este servicio de recogida selectiva tiene dos patas. Una es el servicio de recogida puerta a puerta: cada dí­a de la semana tiene asignado un tipo de basura, lo que supone tener que almacenar en casa las basuras que se generan hasta que toca su recogida (algunos dí­as repiten basura), o bien llevarlas a unas ?áreas de emergencia' asignadas. La otra pata es la puesta en marcha de una deixalleria, una instalación a la que los residentes pueden llevar objetos varios que, por su volumen o tipologí­a, no pueden ser calificados de basura (en catalán, deixalla = desperdicio).

Periódicamente, el ayuntamiento de la población en que resido suministra datos cuantitativos de la deixalleria (disculpen que no traduzca el término: en catalán tiene más ambiente, ya verán por qué). Los últimos suministrados, una vez realizados cuatro cálculos simples, indican que, en un año, cada usuario del servicio (más o menos, usuario = hogar) que ha llevado algo a esa instalación, ha acarreado 88,6 Kg. de desperdicios, desglosados del siguiente modo: 20,7 Kg. de ?restos de poda', 19,5 Kg. de ?trastos viejos', 8,4 Kg. de escombros de construcción y derribo y 4,2 Kg de chatarras varias, lo que da un total de 52,8 Kg.; de los 35,8 Kg. restantes hasta los 88,6 Kg. nada dice la nota oficial. Insisto, lo anterior se refiere tan sólo a desperdicios al margen de la basura que diariamente es recogida de forma selectiva.

Llegados aquí­, me detengo y me pregunto: ¿a dónde nos estamos dirigiendo?. Si además de la basura ?reglada' cada usuario ha generado casi 89 Kg. de desperdicios ?especiales' a lo largo de un año, y eso teniendo en cuanta que, según se dice, es proverbial el sentido de ahorro de los catalanes; si dí­a tras dí­a generamos más y más basura, ¿qué vamos a hacer con toda la basura que nuestro imparable sistema de crecimiento va a continuar generando?; pues, reciclarla.

¿Se imaginan?. Podrí­a colocarse una deixalleria en los centros de todas las poblaciones; por cada 14.561 habitantes, una. Si en Finlandia las/los guí­as turí­sticos muestran como punto emblemático los laboratorios de investigación de la compañí­a Nokia al paso de los buses de turistas frente a las instalaciones, ¿por qué no podrí­amos nosotros mostrar esas odas al reciclado al paso de los coaches de turistas que nos visitan?. (Se lo advierto, no patenten la idea porque voy a hacerlo yo).

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]