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IBERIA, PELELE DE LA BANCA DE INVERSIÑ“N

Redacción - Martes, 08 de Marzo

{mosimage}Las compañí­as aéreas se han convertido en auténticos peleles de la banca de inversión, que evocan los mejores momentos especulativos de la historia de las Bolsas. Iberia es un referente claro. La banca de inversión, con la excusa de la evolución alocada de los precios del petróleo, elabora informes constantes, con frecuencia contradictorios. Así­, las recomendaciones provocan gran volatilidad. Eso es lo que necesitan los bancos de inversión para engordar sus balances. Coincide el fenómeno en el tiempo, con acusaciones veladas de las compañí­as más grandes a las más pequeñas en cuestión de competencial desleal y asuntos como el del overbooking. Lo más curioso, es que empresas como Iberia, que tanto se quejan del alza del crudo, hasta repercutirsela al cliente, ganan mucho dinero con el fenómeno.

Las acciones de las aerolí­neas han protagonizado los movimientos especulativos más intensos de la Bolsa en las últimas semanas, al rebufo, pero en sentido inverso, de la evolución de los precios del petróleo. "A estas alturas de curso, la historia del petróleo y su impacto en la cotización de las compañí­as aéreas es algo demasiado repetitivo. Las empresas cuentan con seguros de cambio para afrontar los vaivénes del precio del crudo. Pero a la Bolsa le va la intriga y, principalmente, a los bancos de inversión, que han visto en estas empresas una inmejorable oportunidad de negocio bursátil por su elevada volatilidad", dice un operador de la Bolsa de Madrid.

"Desde mediados de diciembre, la evolución y el comportamiento de los mercados de acciones han sido planos, aunque con buena tendencia de fondo. La falta de movimientos importantes, de volatilidad, preocupa siempre a los grandes bancos de inversión, que se alimentan más y mejor cuanto mayor es la volatilidad. Por eso se ceban, con recomendaciones rápidas, en este tipo de compañí­as. De ahí­ que hayan aprovechado el curso alcista del petróleo para volver a la carga", añade.

El festival

Las fuertes subidas de principios de año afectaron a grandes y pequeñas. Los movimientos han sido impresionantes en Iberia, Air France, Lufthansa, British Airways y en más pequeñas, favorecidas por los resultados y el aumento de previsiones de beneficios, como el caso de Ryanair.

Hay más, la denostada y quebrada Delta Air se unió al festival, con el mejor comportamiento a principios de año dentro del Standard & Poor's 500, tras el informe emitido entonces (¿qué dirá ahora?) por Merrill Lynch en el que elevó su recomendación a neutral desde vender.

Contencioso

El movimiento coincide en el tiempo con el hecho de que Iberia, British Airways y Air France han pedido a la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea que regule las subvenciones que se conceden a las compañí­as de bajo coste para que puedan operar en aeropuertos regionales, ante el daño que estas ayudas están causando al resto de las compañí­as y la distorsión de mercado que ello conlleva.

"Tanto Iberia, por un lado, como British Airways y Air France por su parte, hemos reclamado a Bruselas que clarifique la cuestión de las subvenciones a las compañí­as de bajo coste en los aeropuertos regionales" dijo hace poco el consejero delegado de Iberia, Angel Mullor.

Las tres aerolí­neas creen que Bruselas debe definir de manera precisa qué ayudas están permitidas con arreglo a la normativa comunitaria y cuáles no, para despejar así­ la ambigí¼edad legal que se creó a raí­z de la resolución de la Comisión Europea sobre las ayudas concedidas a Ryanair en el aeropuerto belga de Charleroi.

Buena acogida en Bruselas

Según Mullor, Bruselas ha acogido bien la petición de las tres aerolí­neas y elabora en la actualidad una Directiva para clarificar todo lo relativo a estas ayudas. La decisión judicial de Charleroi impidió que se hiciera un uso abusivo de las ayudas, si bien lo cierto es que acabó legalizando ciertos procedimientos.

En aquella resolución, Bruselas censuró en particular las disposiciones públicas por las que Ryanair se ahorraba el 50% de las tasas aeroportuarias por pasajero; la subvenciones para la explotación de nuevas conexiones europeas o la cobertura pública de los gastos de alojamiento del personal de la compañí­a y de parte de su actividad promocional. En cambio, la Comisión no puso ninguna objeción ni a las ayudas, ni a la promoción publicitaria de sus nuevas conexiones aéreas, ni a parte de los incentivos a estas lí­neas.

Overbooking

En este movimiento, la Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha interpuesto una reclamación ante el Tribunal de Justicia de la UE para que se cambie el nuevo reglamento europeo sobre las indemnizaciones que deben pagar las aerolí­neas a los clientes que sufran denegaciones de embarque ('overbooking'), cancelaciones y retrasos.

El consejero delegado de Iberia, Ángel Mullor ha dicho que, si se aplicara estrictamente el reglamento, las aerolí­neas deberí­an haber pagado indemnizaciones "impresionantes" durante las últimas semanas ante el colapso de los aeropuertos por el temporal que azota a Europa y que ha producido cancelaciones y retrasos de vuelos.

Recomendaciones negativas

Los expertos de Banesto Broker creen que la cotización actual de los tí­tulos de Iberia ya descuenta el positivo impacto que se puede derivar de la venta de Amadeus y del más que posible pago de un dividendo extraordinario. Además, comentan que ya se ha cumplido el objetivo de renovación de la flota (con el acuerdo firmado con Airbus para la adquisición de 30 aviones), y aún está por llegar, en su opinión, la apuesta por el crecimiento no orgánico.

Bajo estas premisas, y después de actualizar su visión sobre la compañí­a con los últimos resultados presentados al cierre de 2004, que se han situado por encima de sus previsiones, han elevado el precio objetivo de sus tí­tulos a 2,80 euros, desde los 2,56 previos, reduciendo su recomendación a neutral desde sobreponderar.

 




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