Alierta y Pujals, las dos caras de las telecos

El año 2005 nos ha deparado más de un actor principal en el entorno empresarial. Los protagonistas del sector de las telecomunicaciones son: César Alierta, en el papel de protagonista y Leopoldo Fernández-Pujals como actor secundario.

A César Alierta se le podríт­a calificar como el empresario del año si analizamos la estrategia realizada a lo largo del mismo. Varias adquisiciones reflejan el perfil que ha plasmado Alierta en la dirección de Telefónica. Prueba de ello son la compra del grupo británico O2, la adquisición de la checa Cesky Telecom y la entrada en el capital de China Netcom.

La apuesta por la operadora británica permite a César Alierta reducir el riesgo latinoamericano del que tanto le acusaban los analistas y expertos bursátiles. La adquisición de grupo O2 permitirá operar a Telefónica en mercados tan maduros y difíт­ciles como son el británico o el alemán. Tampoco se puede olvidar la compra en China, convirtiéndose en unos de los principales accionistas del gigante China Netcom, donde podríт­a elevar su participación hasta el 9,9% del capital. Su apuesta por Europa del Este, con la compra de la empresa checa Cesky Telecom, ha puesto de manifiesto el interés de Alierta por los nuevos paíт­ses que se han integrado en la Unión Europea.

A ello hay que unirle los cambios realizado por César Alierta en la cúpula de Telefónica y que han colocado a  Julio Linares como nuevo hombre fuerte del Grupo. Eso síт­, con el permiso de Alierta.

Leopoldo Fernandez-Pujals, presidente de Jazztel, también ha sido otro de los principales protagonistas del sector de telecomunicaciones. El estilo del ex presidente de Telepizza no ha dejado indiferente a nadie: analistas, inversores, organismos regulatorios, competencia. Muchas críт­ticas y dudas se ciernen en torno a la estrategia de Pujals.

Su gestión ha estado salpicada de polémicas, sobre todo por la actitud mantenida frente a Telefónica. Las millonarias demandas planteadas por Fernández-Pujals ante la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha centrado la atención del sector. Las acusaciones sobre las trabas que Telefónica pone a la libre competencia han derivado en una demanda multimillonaria. Jazztel exige al grupo presidido por César Alierta nada más y nada menos que 792 millones de euros. Esta acusación ha enrarecido aún más las relaciones de Telefónica con el resto de operadores telefónicos. La lapidaria frase de Fernández Pujals parece cerrar la puerta a cualquier solución satisfactoria para ambas partes: ?a Telefónica le resulta más barato pagar las multas que cumplir con la ley'.