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NH y Sol Meliá, incertidumbres a corto plazo

Redacción - Sabado, 14 de Enero

Las dos grandes cadenas hoteleras españolas que cotizan en Bolsa, NH Hoteles y Sol Meliá, se encuentran en entredicho tras los recientes acontecimientos que han afectado negativamente a su cotización.

De hecho, el estreno de NH hoteles no ha podido ser más decepcionante con un recorte de su valoración de más de un 2,5 por ciento en lo que va de año. Los últimos descensos se han debido al temor del mercado a que la compañíт­a decida volver a presentar una oferta sobre Occidental Hoteles, después de que esta haya renunciado al principio de acuerdo de venta al fondo de capital riesgo Carlyle, que valoraba a la cadena en 900 millones de euros. El interés de NH Hoteles en aumentar su presencia en el mercado vacacional justifica la preocupación por una oferta con una importante prima, lo que ha generado una cierta percepción negativa hacia el valor.
 
Sol Meliá, por parte, evoluciona algo mejor en estos primeros compases del año, pero se está viendo lastrada en su caso por las dificultades a la hora de recuperar la normalidad en su actividad y en ingresos en el Caribe Mexicano después de la destrucción ocasionada por los huracanes del pasado verano en sus establecimientos en la zona. El mercado observa con preocupación no sólo la reconstrucción de los hoteles sino también la evolución del turismo.
 
El sector se muestra optimista
 
Además hay que tener en cuenta que las cadenas hoteleras españolas cerraron 2005 con una baja en la rentabilidad pese a un aumento de la ocupación, según cifra de la Confederación  Española de Hoteles y Alojamientos Turíт­sticos (Cehat). La ocupación ha subido sustentada en una contención o un descenso de los precios, en un contexto de crecimiento de los costos que ha deteriorado la rentabilidad. La "feroz" competencia de otros destinos como  "Turquíт­a, Egipto, el Caribe o el norte de Africa" ha sido otro de los factores que ha obligado a  contener los precios para mantener la competitividad.  
 
El sector, sin embargo, se muestra optimista de cara a la nueva temporada gracias a la demanda local, apoyada en la  bonanza de la economíт­a, que justificaríт­a en gran medida estas  favorables previsiones. La demanda extranjera -donde España  compite con destinos muy competitivos en otros paíт­ses  mediterráneos- seguirá afectando al negocio, pero se verá  paliada por el crecimiento de las aerolíт­neas de bajo costo y  por el mayor esfuerzo de promoción de determinados destinos  turíт­sticos por parte del gobierno.




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