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Ron defiende la independencia del Popular

Administrador - Jueves, 01 de Junio

Angel Ron, en su primera junta de accionistas como presidente del Banco Popular, ofreció importantes pinceladas de lo que será su futura estrategia.

Con la bandera de la independencia en una mano y una estrategia compradora en la otra, Angel Ron se presentó por primera vez ante los accionistas del Banco Popular como presidente único de la entidad. Pese a que mantiene su defensa de crecimiento orgánico del banco, las presiones e interés que muestran distintas entidades bancarias por el Banco Popular ha obligado a Ron a poner una advertencia: ‘este crecimiento no es incompatible con nuevas adquisiciones’. 

Si bien se mostró convencido de que la estrategia del banco en los últimos años ha dado resultado, es decir, sin acudir a fusiones manteniendo su independencia, una operación de estas características no sería rechazada, siempre y cuando el control futuro de la operación quedase en manos del Banco Popular. Entre las condiciones impuestas por Ron para una fusión destacó que una operación de estas características debería crear valor para el accionista en el plazo más breve posible; no poner en riesgo el modelo ni la naturaleza de la entidad; generar unos retornos elevados sobre el capital invertido con riesgo bajo, y suponer ventajas en el medio y largo plazo. 

El máximo dirigente del Banco Popular insistió en que la mejor forma de defender la independencia  de la entidad ante posibles opas es hacer bien las cosas y tener una buena gestión del negocio. De cara al futuro, Ron recalcó que habrá que adaptarse a las circunstancias cambiantes, haciendo modificaciones necesarias en los criterios de gestión cuando sea necesario. 

La Junta de Accionistas aprobó la modificación de los estatutos para adaptarlos a la presidencia única y a la nueva ley de sociedades anónimas. No obstante el Banco Popular debería abrirse más a los inversores. El mantener la cláusula de poseer un mínimo del 1 por 1.000 del capital social para asistir a la junta no favorece a su estrategia de transparencia ya que para poder acudir a la junta habría que poseer 13,8 millones de acciones, unas trabas que dificultan una junta ‘popular’.




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