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SOLILOQUIO DE GREENSPAN

Moisés Romero - Jueves, 03 de Marzo

{mosimage}El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos nunca ha dejado de dirigir la nave que sobrevuela los mercados. A veces, eso sí­, ha decidido dejar todo en manos del piloto automático. Ahora, no obstante, la situación parece requerir otros desarrollos y por eso ha agarrado los mandos con las dos manos para maniobrar. Inflación, crecimiento, empleo, déficits y evolución de los tipos de interés conforman una situación muy compleja en la coyuntura actual, pese a que abunda la creencia de que existen pocas alternativas válidas, la inversión en acciones. Ayer los mercados estuvieron muy atentos al soliloquio de Greenspan. No dijo nada de la inflación y sí­ de los déficits gemelos del buen músculo económico.

Greenspan habó ayer ante el Comité de Presupuestos del Congreso. Entre su penúltima comparecencia y la de ayer, la economí­a de Estados Unidos ha mostrado a los mercados que sigue fuerte, con buen músculo, y que la inflación comienza inquietarse, aunque los datos de última hora aún sean ambigí¼os. Alan Greenspan volvió a repetir la alerta ya conocida de los riesgos que supone la polí­tica fiscal actual y lo innecesaria que resulta a estas alturas la polí­tica monetaria expansiva, aunque en este último punto sin hincapié especial, porque nada dijo de la inflación.

El estratega jefe de un banco estadounidense contaba hace unos dí­as que los inversores necesitan algo más de Greenspan. Por ejemplo, si la Fed va a variar su polí­tica de subidas mesuradas en los tipos oficiales hasta alcanzar el nivel neutral, estimado por algunos miembros entre el 3%-5%. El estratega señalaba que en su banco esperaban que las subidas sean de 0,25 puntos en cada reunión hasta alcanzar niveles del 3,75%-4% a finales del 2004.

Esta proyección es la que se maneja de manera reiterada desde el verano pasado. Los mercados comienzan a asumir que la denominada neutralidad de los tipos de interés no es otra cosa que la fijación de los mismos en niveles promedio históricos. En el caso de Estados Unidos éstos se encuentran entre el 4% y el 5%. Tanto se repite la cantinela que, como siempre, al fin los participantes en el mercado la dan por válida sin reparar en mayores análisis o derivaciones.

Para llegar a esas cotas, a las que ayer Alan Greenspan apenas prestó atenciónr, es necesario que acompañen otros factores que quiten tensión a la subida de tipos de interés. Por ejemplo, las encuestas de confianza, de industriales y consumo; los datos de producción industrial y ventas al por menor. De todos ellos, los relevantes para el mercado serán los datos de empleo que se conocerán mañana en Estados Unidos. Con relación a esta cita, el optimismo ha subido de tono en los últimos dí­as. Se espera la creación de 300.000 empleos en febrero, un descenso de la tasa de desempleo hasta el 5,1% y un ritmo de crecimiento anual de los salarios hasta un 2,7%.

Los expertos señalan que en este cuadro de mandos económico es necesario que se constate una mejora en las expectativas de los empresarios. De ser así­, Greenspan tendrí­a el camino expedito para avanzar en el alza de tipos de interés, porque cuando ésta se produce en un contexto de pulso económico vibrante los mercados suelen reaccionar de manera positiva.

Lo peor, desde siempre, es que los tipos de interés suban porque los déficits y la inflación se han desbocado sin que la economí­a crezca. Greenspan, en su soliquió, reflexionó con dureza sobre los primeros, pero se olvidó de las tensiones inflacionistas. Para no provocar desmanes en los mercados reiteró el buen tono de la economí­a de Estados Unidos y la confianza que mantiene la inversión extranjera en el paí­s. Como siempre, una de arena, y varias de cal. Por eso, Bolsas y dólar lo agradecieron. Mañana, cita con el empleo.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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