Galán busca sorprender

Administrador - Jueves, 28 de Junio

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La ampliación de capital acelerada puesta ayer en marcha por Iberdrola pilló a casi todo el mundo despistados, excepto a quién deberíт­a haberlo hecho: ACS.

No se mostraban ayer muy contentos los operadores de carteras ante el anuncio de la ampliación de capital express puesta ayer por Iberdrola. La inmediatez de la operación se contradecíт­a con lo expresado por la eléctrica tan solo un díт­a antes y muchos de los operadores se mostraban un poco hartos de los mensajes contradictorios que últimamente ofrecíт­a la eléctrica. “Parece que lucha contra el mercado, en lugar de buscar su complicidad”, expresaba ayer uno de ellos y añadái que “hay muchos inversores que están interesados en entrar en la eléctrica y con ellos no va la lucha entre accionistas. Sólo quieren “iberdrolas”.

Otra de las dudas que se planteaban muchos en el mercado era el “despiste” en el que díт­a a díт­a se encuentra la CNMV. “Un díт­a antes le mandan una presentación anunciando una cosa y se desayunan con una ampliación de capital de nada menos que 3.000 millones de euros, suspendiendo sólo unas horas la cotización. Ya me dirás que sensación nos queda cuando vemos que en menos de una hora está resuelto y tenemos que poner en marcha todas nuestras armas”, nos comentaba un operador. Pese a las quejas, hay que hay que reconocer que cuando el mercado está interesado en una empresa, falta tiempo para comprar tíт­tulos, ya que en apenas dos horas la Bolsa fue capaz de digerir cerca de 3.400 millones de euros.

La operación diseñada por Ignacio S.Galán parecíт­a buscar a “contrapié” a su principal accionistas, ACS, para lograr una nueva dilución de su participación en la eléctrica. Pero no logró el objetivo, ya que Florentino Pérez no dudo un minuto en lanzar órdenes de compra de acciones que le permitieran mantener su participación en la eléctrica dirigida por Galán. Al término de la operación, ACS habríт­a comprado alrededor entre el 0,5% y el 0,6% del capital de la eléctrica, lo que le permite seguir siendo el principal accionista de la eléctrica.

Una vez más, Galán y Florentino vuelven a mostrar su enemistad en operaciones por sorpresa y en una desconfianza mutua, algo que, sin embargo, no afecta a la evolución de las acciones de Iberdrola. Esperemos que por mucho tiempo.

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