La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“La Bolsa no da para tanto analista, tanta radio y tv, tantos medios. Al final, todo es un bla, bla”

Moisés Romero - Lunes, 04 de Mayo

Hablo con E.P. uno de mis gurús favoritos. Busco ideas, expectativas. Necesito imágenes para ilustrar mis Cartas. Una entrevista telefónica muy rápida. "¿Cómo lo ves?", le pregunto. La pregunta de siempre. "Nada ha cambiado desde hace tres meses. La Bolsa española es la que es, pero cada vez hay más radios, televisiones, medios on line, analistas independientes, empresas y particulares obcecados en buscarle tres patas al gato de la Bolsa. Los que estáis obligados a cubrir una parcela informativa como la de la Bolsa todos los días, incurrís, con frecuencia, en grandes errores de bulto, diciendo tonterías. Enloquecidos por el día a día, no lograis oxigenar la mente y la pluma (o la garganta). Así, pasáis a ser víctimas del péndulo: hoy una cosa, mañana la contraria, cuando la realidad es que el fondo no ha cambiado. La Bolsa española no da para tantos ríos de tinta, para tantas cintas de radio y de televisión"

"Y lo mismo sucede con las sociedades de Bolsa. Las actuaciones de los hedge funds y de los bancos de inversión anglosajones, ayudadas por la mano de dios, lo controlan todo a ambos lados del Atlántico. Los anglosajones están empeñados en que el Templo de Wall Street no se hunda y aprovechan cualquier circunstancia para reconducir los índices..."

"En cualquier caso llevo preocupado desde principio de año, porque la evolución de la Bolsa se me ha ido de las manos, una vez más. Cuarenta años en este negocio y no he aprendido nada ¿O sí? Me desvelo por las noches al comprobar que las inmobiliarias no responde a las expectativas. Que los bancos se han convertido en auténticos chicharros. Que los valores que llevan la marca de lo renovable, de lo verde, de la energía alternativa, son humo, pero no lo parecen. Que los índices no se detienen y, por eso, se han ido a las alturas, aunque con enorme volatilidad. Eso es lo que preveíamos que no iba a suceder y ha sucedido. Y en el mismo acto, ni un euro en la caja ¿Miedo? No, no hay negocio. Ese es el gran miedo, porque nos hemos planteado cerrar la sociedad de valores..."

“...Hemos hecho un seguimiento de los sucesos en los mercados de acciones desde enero. Hemos hablado con una docena de colegas y más de lo mismo: ni una puta orden y cero comisiones por corretaje. Muchos días nos hemos ido a almorzar sin haber cursado una sola operación. Argumentos suficientes para cerrar y dedicarnos a otra cosa…”

“...Tal es la gravedad del momento, que nuestros clientes, gentes inquietas, adoctrinadas en este mundo y con cultura financiera de alto nivel, ni siquiera nos han llamado para preguntarnos cómo vemos las cosas. O por qué los índices saltan ahora con fuerza. El dinero, en el colchón y nuestro negocio, una ruina. En el resto de sociedades de valores y Bolsa sucede lo mismo…”

“...¿Por qué no llaman los clientes? Porque no hay inversor final. Además parece que tienen muy clara la idea, el sentimiento de que hay manipulación de los bancos centrales para rato…”

“...Son las máquinas, sin alma, sin corazón y sin sentimientos, las que mueven los mercados ¿Quiénes mueven las máquinas? Párvulos veinteañeros que no tienen ni idea de economía real ni de economía financiera. Pero ¿quién instruye a los párvulos? Un par de maestros, que están en línea directa con los bancos centrales, que de nuevo vuelven a resucitar la cultura del pelotazo ¿Quién pagará la próxima factura?"

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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