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¿Las maquinas inteligentes provocarán un desempleo masivo? (Parte II)

Carlos Montero - Martes, 25 de Febrero

Ayer lunes publicábamos la primera parte de un amplio informe realizado por James Bessen del Washington Post, en el que se recoge la opinión de varios académicos e investigadores económicos sobre la posibilidad que la evolución tecnológica provoque pérdidas masivas de empleo.

Los profesores del MIT Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee creen que esta posible pérdida masiva de trabajo para el ser humano, al verse desplazado por máquinas cada vez más eficientes, va a depender de si la nueva tecnología aumenta la demanda de bienes y servicios. El razonamiento es que el uso de máquinas en vez de mano de obra humana abaratará los costes, esto reducirá el precio de bienes y servicios, por lo que aumentará la demanda, y se incrementará la producción, generando más puestos de trabajos que compensarán la pérdida anterior. La clave para Brynjolfsson y McAfee es si la nueva tecnología creará nuevas fuentes de demanda no satisfecha.

Así, mientras que la tecnología podría eliminar puestos de trabajo en las industrias más antiguas, siempre que las nuevas tecnologías generen nuevas e importantes necesidades, el efecto neto no significará un desempleo masivo.

Es evidente que algunas nuevas tecnologías, como el coche sin conductor, crearán necesidades no satisfechas. En este proceso, se eliminarán puestos de trabajo y ocupaciones específicas. Esto puede aumentar la desigualdad económica durante un tiempo. Las nuevas oportunidades, que requieren nuevas habilidades y los nuevos modelos de negocio, podrían desarrollarse de forma lenta. Sin embargo, esta visión del futuro difiere marcadamente de las predicciones de un desempleo masivo y una cada vez mayor desigualdad económica.

Brynjolfsson y McAfee argumentan que la primera oleada tecnológica ha desplazado a los trabajadores, no los ha reemplazado. Es cierto que la tecnología informática se ha hecho cargo de muchas tareas que venían realizando los seres humanos, pero esto no significa necesariamente que se hayan eliminado los puestos de trabajo en general. Desde la década de 1970, los cajeros automáticos se han apoderado de las tareas de los cajeros de banco, el software de procesamiento de textos ha reducido la necesidad de los mecanógrafos, la tecnología de voz ha reemplazado a los telefonistas, el software de contabilidad y logística se ha hecho cargo de los contables, y la edición electrónica ha ocupado el puesto de los tipógrafos. Pero estos cambios también han aumentado la demanda de los servicios afectados, compensando las pérdidas de empleo asociados a la automatización.

Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, hay más cajeros de bancos ahora que antes de los cajeros automáticos. La razón es porque el número de sucursales bancarias ha aumentado dramáticamente –el menor coste por operación ha permitido a los bancos satisfacer las necesidades de muchos más consumidores. En otros casos los trabajadores tuvieron que desplazarse a diferentes ocupaciones. Hay menos telefonistas, pero más recepcionistas. Hay muchos menos tipógrafos hoy, pero muchos más diseñadores gráficos. La autoedición y el diseño de software aumentaron la demanda de publicaciones de todo tipo.
Así, mientras que la tecnología ha eliminado los empleos para tipógrafos, telefonistas y mecanógrafos, ha creado otros nuevos puestos de trabajo. Para ver si las máquinas sustituyeron los trabajadores en general, tenemos que mirar el número total de puestos de trabajo afectados por la tecnología, no sólo a las ocupaciones individuales.

Esta tabla, utilizando datos de la Encuesta de Población Actual de la Oficina de Estadísticas Laborales, muestra tasas de crecimiento de empleos desde que comenzó la revolución informática en grandes grupos ocupacionales clasificados por el uso de las computadoras:

Mientras que la fuerza de trabajo en su conjunto creció un 1,1 por ciento al año, los grupos profesionales que utilizan más los ordenadores crecieron más rápidos, no más lentos. En particular, administrativos y puestos de ventas -el grupo que incluye a los cajeros de banco, mecanógrafos, contables, etc.

En otras palabras, los trabajadores fueron desplazados a otras ocupaciones dentro del grupo, ya que la nueva tecnología crea más demanda. Este desplazamiento tiene sus costos. Los nuevos puestos de trabajo requieren de habilidades y de educación que muchos trabajadores no tienen, lo que contribuyó al aumento de la desigualdad económica.




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