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Lo-que-no-va, o cómo la Historia puede recordar el presente - y 2

Santiago Niño Becerra - Martes, 25 de Noviembre El sistema supuso que la cantidad de oferta monetaria en circulación podíт­a crecer indefinidamente, que la capacidad de endeudamiento de la población era indefinidamente creciente, que la cantidad de recursos disponibles era inagotable, que el valor de ciertos elementos elegidos como soportes especulativos iríт­a permanentemente en aumento, que siempre habríт­a un resorte para accionar, una palanca para mover, un botón para pulsar y, como en una sesión de magia, hacer desaparecer cualquier peligro que amenazase ese Nirvana económico en el que parte del planeta habíт­a entrado. La última vuelta de tuerca a esa situación se dio en el año 2003 al alcanzar los tipos de referencia un míт­nimo histórico y permanecer en él durante tres años.

Las cónicas han contado lo que sucedió después, cuando la vorágine desembocó en un infinito de activos cuyo valor era menor que el del papel en el que estaban impresos, cuando las entidades que alimentaban con créditos el sistema dejaron de hacerlo, cuando las deudas se tornaron impagables, cuando la actividad fue cesando.

Volvamos al gráfico. Las previsiones realizadas en el año 2008, en su hipótesis optimista, mostraban la franja de crecimiento (-0,5 / +2,6)% para el PIB de ese mundo a partir del 2010, con un crecimiento medio mundial probable del (1,0 / 1,3)%.

¿Qué indicaban esas tasas medias de crecimiento entre 1950 y el 2005?, pues que el sistema se ha estado agotando, que cada vez le ha costado más crecer un poco más, que cada vez le ha sido más difíт­cil ir hacia adelante. En 1991 y en el 2000 se usaron los últimos misiles contra el enemigo del no-crecimiento, y en el 2003, el último de los últimos; y ya no quedaron más en el arsenal.

En el año 2008 tan sólo quedaban unas cuantas bengalas que son las que se utilizaron para distraer unos meses a las ciudadaníт­as hasta que comenzaron los verdaderos problemas: fueron esos planes de rescate, de salvamento, de apoyo a subsectores susceptibles de generar riesgos sistémicos, caso de entidades financieras, automóvil, !, los que asíт­ fueron definidos. (No lo pregunten: nadie sabe quiénes eran los encargados de formular tales definiciones).

Esto es lo que se le vino encima a aquella civilización, algo que era inevitable porque se habíт­a agotado el modo como se habíт­a estado creciendo, porque se habíт­an gripado los motores que hacíт­an crecer a la economíт­a planetaria: eran ya demasiado viejos y los hicieron funcionar a un régimen elevadíт­simo, pero aquellas gentes no teníт­an alternativa si deseaban continuar creciendo. Aquellas gentes olvidaron una ley inexorable: en Economíт­a, de alguna manera, las cosas siempre se acaban pagando.

¿La solución?, cambiar de modelo: otro díт­a se lo cuento (pero su vida no será larga: se está en medio de una transición sistémica). Pero eso no se hace en cuatro díт­as, y tiene consecuencias: muchas, y feas: supone un cambio de enfoque con todo lo que ello implica, por ejemplo, que cada vez haga falta menos factor trabajo para fabricar lo que fuese necesario fabricar. Otra historia, vamos.

Y ahora, ¿qué están haciendo?, ¿se están preguntando si un crecimiento medio mundial del (1,0 / 1,3)% es mucho, poco, o si está bien?; se lo aclaro: es una mierda, es una tasa de crecimiento con la que economíт­as como la española van a crecer muy, muy poco, nada o van a decrecer; es una tasa que supone una inflación raquíт­tica, nula o negativa; es un crecimiento sin empleo, aunque con productividades crecientes a fin de ganar eficiencia y competitividad.

(El próximo Jueves 27, en USA, es Thanksgiving day, el día en que se da el pistoletazo de salida para la carrera de las compras navideñas. Hay gente que está respirando porque al Citi le van a soltar una pasta y a otras entidades financieras también, cuando haga falta ... mientras se pueda; pero a Mr. John Smith que reside en Baltimore, que tiene una deuda astronómica y que sabe que su empleo peligra, el que a Citi le suelten esa pasta, ¿le va a servir para sentirse muy motivado a comprar muchas cosas a partir del Viernes 28?, porque, ¿puede ser motivado Mr. John Smith?, esa es la última pregunta).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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