La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Los vendedores del Fin del Mundo “ya predijeron” hace siete, años bancos, empresas y familias más pequeñas ¡Lo que hay que oír!

Moisés Romero - Martes, 21 de Marzo

No dan ni una. Otra ducha fría, la de estos días, que ha provocado muertes por pulmonía. Las empresas, los negocios y las familias llevan años desapalancándose, adelgazando, en una vuelta a los orígenes. Ha sido el mensaje reiterado de los Reguladores y bancos centrales desde que estalló la Crisis en 2088. Pasen y lean. 17/2/2016 "Los que no han hecho bien los deberes y han optado hacerse trampas en el solitario han pasado a mejor vida. La refinanciación, de la que tanto se habla de manera recurrente, mejora las condiciones de la deuda, pero no quita grasa, porque la deja intacta, la traslada a otra parte del cuerpo. Los Estados, Las Corporaciones, Las Empresas, Las Familias y los Individuos no se han desapalancado en su justa medida y los que lo han hecho aún necesitan más. La refinanciación, digo, es como si a un enfermo en fase terminal le cambian la almohada o el colchón de la cama, o, si se prefiere, le ponen una dosis más alta de calmante. Ello provoca una mejoría momentánea, un alivio, pero no cura, ni contribuye a hacerlo, su enfermedad. Y en esas estábamos, cuando llega el crash de las Bolsas, que sí o sí, nos ha hecho más pequeños a todos: familias, empresas, negocios, familias y, más pronto que tarde, se trasladará a la economía real del consumo y del empleo", decía el analista jefe de una sociedad de valores y Bolsa.

"Nadie quiere, nadie queremos asumir que caminamos hacia un mundo más pequeño, incluida la Bolsa. Y en esta cerrazón, la Bolsa se empeña en seguir engordando con productos artificiales y dañinos: más horario para los mercados de futuros, vuelta a las posiciones cortas y, en definitiva, seguir con la multiplicación de los panes y los peces", sentencia.

"Sí, hay que adelgazar, reducir el tamaño y el número de bancos y de cajas de ahorro, desapalancar empresas, pagar los créditos contraídos a plazos de 30 y 40 años...Sí, hay que volver a los orígenes, para que la Economía Global no sufra un colapso propiciado por los excesos de los bancos y entidades financieras...Sí, esto va a ser así de verdad, como propugnan los políticos a ambos lados del Atlántico, en contra claro está, de los propios bancos y sujetos financieros...Sí, se acabó el milagro de los papelitos por los papelitos, como el milagro de la multiplicación de los panes y los peces...Sí, hay que acabar con la especulación desaforada, sin tino ni tiento, durante las 24 horas del día a través de los futuros y otras armas de destrucción masiva, a las Bolsas les sobran mucho tiempo de actividad..."


“Acotar los espacios e impedir que se reproduzcan los desmanes de los últimos años conlleva un reajuste de los propios mercados en el fondo y en la forma. Recuerda que hace 30 años, la Bolsa española, fragmentada en cuatro mercados de referencia (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) abría de martes a viernes y, además, con un horario de 10 a 11,30 horas de la mañana. Los corros fueron el sistema tradicional de contratación de la Bolsa desde sus inicios. Los operadores de las Sociedades y Agencias de Valores y Bolsa se reunían, libreta y bolígrafo en mano, y físicamente en el salón de contratación…”

“...Allí, puestos en un corro, cara a cara y a viva voz, realizaban las negociaciones en función de las órdenes que han recibido de sus clientes (de ahí el nombre de “corros” con que se conocía este sistema). Y a las 11 y media de la mañana, los asistentes al parqué se iban a tomar el aperitivo y los empleados de los agentes a cuadrar las operaciones. Había tiempo para todo hasta el día siguiente…”

“...La ambición desmesurada de bancos y cajas de ahorro por generar más comisiones propició cambios rápidos y espectaculares en la estructura de los mercados. La Ley del Mercado de Valores fue el primer paso en esta dirección. Los agentes desaparecieron y los bancos asumieron su papel. Y así hasta crear Bolsas que permanecen abiertas las 24 horas del día de manera ininterrumpida…”

“...Si José Bonaparte levantará la cabeza (mejor no) volvería a meterse en la tumba. En 1809 Jose I Bonaparte decide crear en España la primera Bolsa, en Madrid, y como edificio el convento e iglesia de San Felipe el Real en la Puerta del Sol. Pero nunca se llegó a configurar un mercado bursátil. Pero el mercado bursátil en España comienza , decididamente, el 10 de septiembre de 1831 con la publicación de la Ley de Creación de la Bolsa de Madrid, redactada por Pedro Sainz de Andino. El 20 de octubre de 1831, tiene lugar la primera sesión de la naciente Bolsa de Madrid. En 1854 comienza a publicarse el Boletín Oficial de Contratación. En 1878 empieza la construcción del actual Palacio de la Bolsa que es inaugurado el 7 de mayo de 1893 por la reina María Cristina…”

Y: Un coloso aún más gigante en el reino de la banca suiza: así será la entidad resultante de la integración de Credit Suisse en UBS

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Moisés Romero




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