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MERCADOS: oportunidades de inversión en un entorno de condiciones económicas complicado

Activotrade - Sabado, 28 de Enero

Inflación, tipos de interés, guerra y energía. Creemos que fueron la palabras clave del pasado año 2022 y seguirán siendo durante este año 2023. Y con base en ello, probablemente los inversores tomarán sus decisiones de inversión en un entorno que será igual o más complicado de gestionar si cabe que el año anterior, debido a la incertidumbre en estimar la direccionalidad de la economía y en relación con la aplicación de políticas fiscales y monetarias por parte de los respectivos gobiernos y Bancos Centrales alrededor de todo el mundo.

En líneas generales, durante la última década nos hemos encontrado en un entorno de anormalidad de tipos cero, favorecido e impulsado por la mayor parte de los Bancos Centrales del mundo, aumentando la base monetaria e inundando los mercados de liquidez comprando deuda por doquier, ya sea de estados o emisores privados.

Todo iba bien y dentro de los planes de dichos organismos en un contexto o entorno que podríamos denominar “Goldilocks” (ni mucho ni poco, crecimiento relativamente estable y medio-bajo con tasas de inflación a la baja o deflación) hasta que se han dado de bruces con un aumento desmesurado de los precios el pasado año 2022. Por lo que ahora nos hemos topado con el año en el que se han aplicado unas políticas monetarias restrictivas (subida de tipos de interés) más agresivas de la historia para enfriar la economía y hacer bajar los precios en el medio-largo plazo, lo que a priori traerá consecuencias negativas para la actividad económica (nos estamos dirigiendo a un estado de estanflación: estancamiento económico y tasas de inflación medio-altas).

Ciñéndonos a los dos más operados en nuestra entidad el pasado año, Banco Santander y Sabadell, hacer mención que la subida de tipos en la zona euro favorece a priori más a la banca mediana nacional (Bankinter, Caixabank, Banco Sabadell o Unicaja) que a los otros dos más grandes e internacionales como BBVA o Banco Santander. Además, estos dos últimos tienen una fuerte exposición a Latinoamérica con una dependencia del 50% aproximadamente en sus ingresos provenientes de Mexico o Brasil. No sería desdeñable, desde el punto de vista de análisis técnico en este sentido, que Banco Santander se fuera a buscar los 3,5 € y Banco Sabadell los 1,10 € por acción (máximos de 2021 y 2019 respectivamente) durante el primer semestre de este año entrante.

A modo de resumen, creemos que el movimiento seguido durante el último año seguirá durante buena parte de este, por lo menos diríamos durante el primer semestre: es decir, buscando ser conservadores en este contexto actual creemos que la mejor opción sería focalizarse en los sectores que mejor se han comportado durante el pasado año. En este sentido, creemos que la principal variable a tener en cuenta para tomar decisiones de inversión serán las expectativas de tipos de interés e inflación. A modo de resumen, destacaríamos los siguientes sectores en función de la inflación:

 

Si inflación persiste: sobreponderar sectores de materias primas, defensa, salud, bancos y consumo básico.

Si inflación empieza a descender o los Bancos Centrales van relajando el tono (hacia dovish) sobreponderar consumo discrecional, tecnología, telecomunicaciones.

Adicionalmente, pensamos que durante el año 2023 la renta variable americana lo pueda hacer mejor comparativamente hablando que la europea recuperando parte de lo perdido durante este año 2022 ya que el trabajo que les queda por hacer en materia de política monetaria sea quizás menor que en nuestro continente y favorecido también en una tendencia que parece ha cambiado en el dólar de alcista a bajista. En relación a la divisa, si nuestra hipótesis inicial bajista para el dólar en este año fuera correcta, compañías europeas que tuvieran la mayor parte de su negocio en moneda local también deberían verse favorecidas en este contexto.

 

Dado el contexto de tipos, nos parece buena idea mantener exposición en el sector financiero durante el primer semestre de dicho año, tener cuidado con el sector petrolero el cual creemos empezaría a descontar la importante bajada en precios del petróleo durante el segundo semestre del 2022 y tener en contraposición un ojo encima de compañías mineras de oro que han sufrido durante este año debido a la también depreciación del metal precioso debido en mayor medida a la subida del dólar.

 

Dentro del sector tecnológico, creemos que la gestión activa debe ser más estricta si cabe a la vez que el análisis de las compañías, en este sentido creemos que todavía tienen un riesgo muy alto compañías de e-commerce, streaming, redes sociales o fabricantes de chips (ejemplos como Shopify, Netflix, Meta o Nvidia) muchas de las cuales han perdido en el último año todo o buena parte de lo ganado durante los dos años previos durante la pandemia. En este sentido, apostaríamos por compañías más asentadas en el mercado o con un negocio más maduro como Microsoft, IBM, Alphabet, Amazon o Apple.

 

Para un perfil de inversor con mayor aversión al riesgo, sectores anti cíclicos como consumo básico (tabaqueras, alimentación o bebidas) o utilities (agua, eléctricas o gasistas) creemos serán importantes a tener en cuenta en un 2023 donde a priori las condiciones económicas serán igualmente tan complicadas de gestionar que el año precedente.




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